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Siétamo

La familia china que gestiona un club de Regional

Un empresario asiático evita la desaparición del Siétamo, un pequeño club oscense que tiene jugadores de 12 nacionalidades

Jorge Abizanda

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Mientras los gigantes de la Liga engordan sus presupuestos cada temporada, los clubes de base del fútbol español tienen cada vez más complicada su supervivencia. Las estrecheces económicas y la dificultad para encontrar jugadores se han convertido en un peligroso denominador común para equipos que batallan en los campos de regional. «Ahora la gente no quiere comprometerse con el fútbol, en pretemporada es todo bonito, pero cuando llega el invierno, el frío y la nieve cuesta mucho ir a entrenar después de trabajar o estudiar. Aquí, en Huesca, antes solo había fútbol y baloncesto, ahora otros deportes como el pádel, el running o el ciclismo tienen mucho tirón entre los chavales». Rubén Hijós presidía hasta el pasado verano el CD Siétamo , un modestísimo conjunto que esta temporada ha conseguido seguir en competición gracias a la aparición de un empresario chino que ha tomado las riendas de la entidad. Cheng Shao se ha convertido en presidente de una directiva reducida y familiar en la que su mujer figura como secretaria y su hijo aparece como tesorero. Una aparición milagrosa que ha permitido que Siétamo, pequeña población de 600 habitantes que se levanta a doce kilómetros de la capital oscense , pueda mantener vivo el fútbol. Un curioso equipo de pueblo en el que se pueden encontrar futbolistas de hasta doce nacionalidades, un ejemplo de integración.

«Cheng Shao ejerce la presidencia con la ayuda de su mujer, secretaria del club, y de su hijo, el tesorero»

«La gente disfruta este año con el ascenso del Huesca, pero, curiosamente, para los clubes modestos ese éxito ha supuesto una vuelta más de tuerca. Los horarios de la élite y de la regional no siempre son compatibles. Chicos que antes jugaban al fútbol, ahora prefieren ir al Alcoraz los domingos para ver un partido de Primera división o quedarse en casa siguiendo al Huesca por televisión », explica Hijós a ABC. La falta de futbolistas y la asfixia económica se han convertido en las dos grandes amenazas para la supervivencia del fútbol modesto. «Con los años, muchos equipos de Regional acabarán desapareciendo, en Huesca y en otros muchos lugares de España. El fútbol es muy caro en estas categorías. A nosotros, salir a competir nos cuesta cada temporada 8.000 euros, ¿de dónde sacas hoy en día esa cantidad? Solo en arbitrajes se nos van 4.500 euros ». El CD Siétamo ha encontrado un inesperado flotador en un empresario chino dedicado a la exportación e importación que hace años, según explica su hijo Boyang a este periódico, estuvo al frente de un club de Segunda división en el país asiático. Además de tesorero, Boyang se encarga de llevar la comunicación del club porque llegó con 9 años y habla perfectamente el español. « Vivimos en Madrid, pero los fines de semana vamos a Huesca para ver al equipo y estar con los chicos. Mi padre siente pasión por el fútbol. Se ha hecho con la gestión del club para que en el pueblo pueda haber fútbol durante unos años, la categoría es atractiva».

En Siétamo, Cheng Shao es ahora Tomás, «un nombre mucho más fácil de pronunciar», explica su hijo . Su esposa también ha sido rebautizada y en el equipo todo el mundo la conoce como Elena. «Mi padre colaboraba desde hace años en labores de formación con la Escuela de Fútbol de Huesca, que nos ha cedido jugadores para poder competir». Una relación que, según añade Rubén Hijós, resulta productiva para todos. « La Escuela , que está en Huesca capital, gestiona al Sariñena en Tercera división y le interesa tener un club en una categoría como la Primera Regional para foguear futbolistas. A nosotros, la llegada de sus jugadores nos ha permitido mantener el fútbol en el pueblo». Ulpi Pérez, el entrenador, también ha sido decisivo para la continuidad del equipo porque a principio de curso también reclutó a varios chicos. «Hemos hecho un equipo como hemos podido, tenemos jugadores de doce nacionalidades y el inicio de la temporada fue difícil, ahora la cosa nos va mejor», afirma un técnico que ha tenido que acoplar a chicos de culturas muy diferentes. «Además de españoles, tenemos chicos de Marruecos, Ghana, Gambia, Senegal, Mali, Mauritania, Burkina Faso, Colombia e incluso un jugador de Estados Unidos. Somos una pequeña ONU», añade sonriente.

De presidente a delegado

El técnico fue antiguo jugador del club y este verano acudió a la llamada de su amigo Rubén, que tras dejar la presidencia ejerce como delegado de campo. La polivalencia es una gran virtud en un fútbol en el que hay que hacer de todo. Con el esfuerzo de ambos y la ayuda económica del «chino Tomás», la entidad mira el futuro con optimismo. « El objetivo es asentarnos en la categoría y aprender a gestionar el club porque hay cosas diferentes a lo que se hace en China », asegura Boyang, que deja abierta la puerta a los jugadores de ese país. «Somos transparentes, no tenemos nada que ocultar. En un futuro es posible que llegue alguno».

Otros cambios ya visibles. Aunque el equipo compite este año como Escuela Huesca Siétamo, en el escudo del club que se puede ver en las redes sociales ya figura el nombre que se le quiere dar el próximo curso : Atlético Huesca Siétamo . Un escudo al que se ha incorporado un elemento tan distintivo de china como es el dragón. Bajo su protección, el fútbol sobrevive ahora en este pequeño pueblo.

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