España - Alemania
Sergio Ramos, un silencio en pleno pulso
El capitán canceló su rueda de prensa en la selección para evitar pronunciarse sobre su renovación por el Real Madrid
Del estado de ánimo de la selección española, que hoy se juega en Sevilla la clasificación para la fase final de la Liga de Naciones ante Alemania, se pueden intuir muchas cosas, pero lo que es seguro es que no es demasiado boyante. ... La falta de resultados genera siempre incertidumbres y urgencias. Lo último que le faltaba al equipo nacional es que se desestabilizara su capitán, y eso es justo lo que sucedió en la mañana de ayer, cuando Sergio Ramos d ecidió cancelar su presencia en la rueda de prens a oficial del partido, prevista para esa misma tarde, para no tener que afrontar el carrusel de preguntas sobre el estado de su renovación por el Real Madrid. En su lugar, los medios oficiales de la Federación anunciaron a Rodri.
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La comparecencia de Ramos , que sí era oficial en la tarde del domingo, estaba pactada desde el inicio de la concentración. En una norma no escrita, el capitán sale a hablar junto al entrenador siempre que hay un partido importante, como sucede con el de hoy en Sevilla. Y precisamente ahí, en su casa, se le esperaba con impaciencia. Tras el partido ante Suiza no salió a dar explicaciones por los dos penaltis fallados y tampoco se conocía su análisis sobre el momento actual de España, un equipo que aún debe encontrar su rumbo y en el que él ejerce un liderazgo natural. Al final de la jornada esos asuntos sí los resolvió con un vídeo publicado en los medios oficiales de la Federación.
La renovación
Con todo, incluso esos asuntos habían quedado opacados en las últimas horas por las informaciones sobre el enquistamiento de su renovación con el Real Madrid. Un asunto que había permanecido solapado durante semanas y que de repente ha saltado de nuevo al primer plano en plena semana de selecciones. Que Ramos, al que incluso sus mayores detractores reconocen que siempre da la cara, especialmente en los momentos malos, optara por el silencio da entender lo enquistado que puede estar su relación con el Madrid. Tampoco habló ayer Florentino Pérez , que tenía apalabrada su presencia en un programa radiofónico nocturno.
«Si hay alguien con la experiencia suficiente para llevar esta situación personal es Ramos», dijo Luis Enrique en el acto que debió haber compartido junto al capitán. «No necesita mi consejo en ese sentido. En determinados momentos de la vida de un jugador hay renovaciones, cambios de equipo e infinidad de situaciones que tienes que gestionar». Y aseguró que su compromiso no peligra: «En la selección no cambia su semblante. Es algo que tienes que saber llevar y a él no le descentra».
La situación, hoy, es que Ramos acaba su contrato el próximo 30 de junio de 2021 y las negociaciones para ampliar ese vínculo están lejos de fructificar. Es decir, si nadie da su brazo a torcer le quedan poco más de siete meses de blanco.
La intención del capitán es renovar por dos temporadas, y para ello está dispuesto a mantener su ficha actual, que se sitúa en torno a 12 millones de euros anuales. El Madrid, en cambio, pretende rebajarle algo el sueldo por el serio revés económico que ha supuesto para el club la pandemia del coronavirus. No cuadran los números y hay que seguir haciendo ajustes. Para compensar, tal y como avanzó ABC la semana pasada, en su propuesta incluye una vinculación de por vida para el jugador, con el que se sigue contando una vez decida colgar las bota s. Desde el entorno de Ramos se asegura que el central estaría dispuesto a aceptar un acuerdo por una sola temporada, más otra opcional en función de objetivos, especialmente por número de partidos jugados. Lo de reducirse el sueldo ya no está tan claro.
En todo este embrollo ha aparecido también la figura del PSG , que podría estar dispuesto a ofrecer un sueldo astronómico al defensa para la próxima temporada a sabiendas de que no tendría que pagar cantidad alguna por su traspaso. No hay oferta como tal porque el conjunto parisino no moverá ficha hasta el 1 de enero para no arriesgarse a una sanción de la UEFA, que no permite negociar con jugadores con más de seis meses de contrato en vigor. Pero a partir de ese día Ramos será libre de negociar con quien quiera. Si en esa fecha no hay un papel firmado, entonces no solo le llamará el PSG.
En contra de Ramos juega su edad, porque empezará ya el próximo curso con 35 años cumplidos . De hecho, es uno de los motivos por los que el futbolista quiere asegurar un último gran contrato. A favor tiene que sigue siendo uno de los centrales más determinantes que hay en el fútbol mundial y que su estado físico, esculpido con mimo en los últimos años, deja entrever que tiene cuerda para rato. Él lo sabe, y será otra bala para negociar.
La situación actual del capitán blanco recuerda en mucho a la vivida en el verano de 2015, cuando estuvo a punto de marcharse al Manchester United . La diferencia es que en aquel caso sí había una cláusula por pagar. La oferta en firme del conjunto inglés obligó a Florentino Pérez a hacer un esfuerzo económico al que en principio no estaba dispuesto. Ramos acabó celebrando su renovación con el Real Madrid hasta 2020 con un fastuoso acto en el palco de honor del Santiago Bernabéu solo comparable al que recibió Cristiano Ronaldo un año más tarde. En 2017, ya sin tantas alaracas, el central ampliaba por un curso más, con un nuevo aumento de sueldo.
Renovación del CGPJ: El choque Sánchez-Casado atasca una negociación ya encarriladaEn mayo de 2019 una mareante oferta de China provocó una nueva reunión entre Pérez y Ramos. Allí le expuso al dirigente blanco la posibilidad de abandonar el club con la carta de libertad, porque en China no podían pagar el tránsfer. Florentino se negó tajantemente argumentando el terrible precedente que se habría creado. Ahí se acabó la historia, pero antes de que acabe el año, presidente y capitán tendrán que reunirse de nuevo, cara a cara. Esa es la única certeza.