La semifinal ante Alemania: «Ellos eran tan altos y nosotros tan bajitos...»

El héroe aquella noche fue Puyol, por fin un gol sin el sello de David Villa. Del Bosque, con Toni Grande , ya había analizado a los alemanes y se dieron cuenta de un detalle decisivo. «Es verdad que nosotros abusábamos del saque en corto, Ante una defensa posicional como la alemana, con cuatro más cuatro, un poco pasiva, era mejor cambiar», introduce el seleccionador. Fue entonces cuando les preguntó a los chicos por las estrategias de sus equipos, y Puyol alzó la voz. «Yo le comenté una jugada que nosotros hacíamos en el Barcelona y nos dijo que ningún problema, que si lo veíamos claro que la hiciésemos», relató entonces el central catalán. El plan, pues, era el siguiente: Villa debía molestar a Neuer (portero germano), Piqué y Sergio Ramos bloquear a los defensores, Puyol entrar como un camión hasta el punto de penalti y Xavi, que es quien responde a las preguntas de ABC a continuación, ponerla como la puso, casi nada.

Lo han recordado millones de veces, pero ¿podría explicar cómo se gesta aquel golazo?

Sí, es verdad que lo he contado mil veces, ja, ja, pero da igual. Todos los córners los sacábamos en corto para tener más gente por fuera y así hacer más daño. Puyi me viene a decir que estamos perdiendo una oportunidad de oro de hacer gol y tenía razón. Nosotros éramos tan bajitos y los de Alemania tan altos... ¡pues normal que priorizáramos jugar por fuera! Buscábamos la superioridad para crear un tiro lejano, otro centro quizá... El objetivo, vaya, era desorganizar la estructura defensiva que tenían.

Y es ahí cuando Puyol, cuando van a la caseta en el descanso, le recuerda la jugada.

Puyi me viene en el medio tiempo y me grita: «¡Que están parados, que están parados! ¿No te das cuenta de que están parados?» Ja, ja, ja... Oye, mira, le dije: «sí, sí, ya está, yo te la pongo». Además, es un gol que hicimos en el Bernabéu de falta directa (aquel día del 2-6), desde el lateral, él entrando desde atrás... Ya ves, entra como un animal. Él me lo dijo: «Si me la pones en el punto de penalti, es gol». «Bueno, que no se hable más, la primera que tenga en la segunda mitad te la meto ahí». Ese gol ya es histórico, cómo entra por encima de Ramos y Mertesacker... Es increíble. La fortaleza que tiene Puyi es tremenda.

Dijo en su momento que tan pronto tocó el balón sabía que acababa en gol.

Sí, sí, es que fue así. Muchas veces la sensación dice mucho, y en se momento supe que la pelota era buena, que iba donde tenía que ir. Luego ya faltaba que Puyi hiciera lo que hizo. Tal y como le vi salir hacia el balón ya me imaginaba que acabaría en gol.

Y en gol que acabó, en golazo después de ese giro de cuello tremendo del defensa ante la inmovilidad alemana, impensable un desenlace así para premiar la exhibición de España.

¿Fue ese el mejor partido de España del Mundial?

Una vez pasamos de cuartos nos sentimos muy liberados, fuimos nosotros mismos. Llegar hasta ahí significaba para nosotros haber cumplido y nos sentimos libres. Y sí, creo que el mejor partido lo hacemos en la semifinal. Fuimos superiores, estuvimos mucho mejor que ellos, dominamos casi siempre, tuvimos ocasiones... Recuerdo además que a esa Alemania le gustaba tener el balón, les gustaba dominar, pero esa noche... Al acabar, Joachim Löw me dijo unas palabras personales muy bonitas y también que éramos el mejor equipo del mundo, me acordaré de por vida. Fuimos mejores, el dominio era totalmente de España.

Ciertamente, el equipo apenas sufrió, y ya es difícil lograr eso cuando enfrente esta Alemania , una máquina competitiva perfecta sin que importe el cuándo. Tuvo una ocasión de Klose y poco más, mientras que la selección pudo ampliar el marcador con varias llegadas de peligro. Visto lo visto, casi que fue mejor es triunfo por la mínima para poner en valor uno de los goles más recordados por todos. «Todo esto de la jugada lo contamos porque salió bien», bromea Del Bosque, quien no considera que fuera una debilidad el consultar a sus jugadores cómo proceder en ese tipo de acciones, más bien todo lo contrario.

En el palco, con un traje chaqueta rojo, la Reina Sofía festejaba el tanto con pasión y bajó luego al vestuario para felicitar a un grupo que acababa de hacer algo histórico, pues era la primera vez que se llegaba a la final de un Mundial. Doña Sofía repartió saludos, participó en los cánticos y de repente se encontró a Puyol recién salido de la ducha y en toalla, inolvidable esa imagen. Desde entonces, desde aquel salto al cielo de Durban , Puyol es, como dice Del Bosque, uno de los héroes de España.