La Segunda división, al borde del colapso

El final de la temporada se enreda cada día más por razones judiciales, en el «caso Fuenlabrada» , pero también sanitarias. En este sentido, la del miércoles resultó una mañana de sobresaltos en el fútbol de plata. El primero llegó al anunciar el Almería un positivo en su equipo, detectado en las pruebas a las que fueron sometidos el martes jugadores, cuadro técnico, empleados y dirigentes. Siguiendo los protocolos, el club andaluz aisló a su futbolista, que no presentaba síntomas, suspendió el entrenamiento programado para ayer y comenzó la desinfección del Estadio Juegos Mediterráneos .

Aunque las alarmas saltaron ayer, los rojiblancos llevaban preparando desde el lunes por la tarde el playoff de ascenso a Primera, por lo que los jugadores estuvieron en contacto directo con ese positivo. En la sesión del martes participó también por primera vez el portugués José Gomes, su nuevo entrenador, y la preocupación ahora es saber si el positivo es un caso aislado o el inicio de un posible brote que se puede ir extendiendo, como le sucedió en su día al Fuenlabrada.

Ese mismo temor existe en el Zaragoza , el otro equipo de Segunda que anunció ayer un positivo por coronavirus. El club aragonés confirmó que el afectado era un futbolista de su plantilla, que también había regresado el lunes a los entrenamientos para preparar un playoff de ascenso con fecha todavía desconocida.

Según explicó el Zaragoza en un comunicado, «el pasado lunes, antes de volver a los entrenamientos y ante la carga viral que sufre la ciudad de Zaragoza, solicitó adelantar las pruebas programadas por la Liga para el martes, garantizando así la seguridad en la vuelta a los entrenamientos fijados para ese mismo lunes. Todos los resultados fueron negativos». Uno de los futbolistas que participó en esa sesión y también en la del martes mostró ayer síntomas compatibles con la enfermedad, por lo que lo comunició inmediatamente a su club. En la prueba a la que fue sometido inmediatamente dio positivo, por lo que el jugador permanece aislado.

Estos positivos complican aún más la disputa de unos playoff de ascenso que todavía no tienen fecha. En ellos, el Almería debe enfrentarse al Girona , mientras que el Zaragoza sería el rival del Elche o del Fuenlabrada, si finalmente los madrileños jugaran su partido ante el Dépor, como es su intención, y lograran puntuar.

El Fuenlabra insistió ayer en este sentido y se mostró dispuesto a poder jugar en Riazor «desde este domingo 2 de agosto», en el caso de que las pruebas del coronavirus sigan dando un resultado negativo como en los últimos días. Horas antes de ese anuncio, la entidad madrileña pasaba al ataque al solicitar la recusación del instructor designado por la Federación para su caso.

Ayer era el día fijado por Ricardo Díaz, instructor del expediente del Deportivo-Fuenlabrada , para que varios componentes del club madrileño, así como el agente de uno de sus jugadores (Hugo Fraile), prestarán declaración telemática, testimonio que finalmente no se produjo por un movimiento del club presidido por Jonathan Praena. La entidad madrileña solicitó la recusación del instructor y la paralización del proceso, petición que provocó la suspensión de las comparecencias mientras es estudiada por Competición.

En este sentido, Miguel Melgar, director deportivo del conjunto madrileño, se mostró indignado en declaraciones a «Radio Marca» porque el representante Rodrigo Fernández Lovelle fuera uno de los llamados a declarar. «¿Por qué no llaman a los capitanes? Llaman a un representante. Esto huele a mierda, huele fatal. Que declare un representante de futbolistas sobre lo que está ocurriendo en el hotel sin tener ni puta idea, me parece surrealista. Un representante que tiene jugadores en el Deportivo, que vive en La Coruña, que es forofo del Deportivo ... y ¿le llama la Federación a declarar?», afirmó visiblemente enojado. El temor que existe en el Fuenlabrada es que sea víctima de un descenso administrativo que «esté ya decidido».