INGLATERRA

Nuevo enfrentamiento Ferguson-Rooney

El técnico reabre la guerra con la estrella del Manchester United al sancionarle con 240.000 euros por bajo rendimiento después de una salida nocturna con dos compañeros

JORGE A. MORENO

Sorprendió la ausencia de Wayne Rooney en el último partido del Manchester United ante el Blackburn. La versión del club apuntaba a que el delantero sufría molestias, pero la prensa inglesa ha informado de que Alex Ferguson le había apartado del equipo ... y le había multado con 240.000 euros, el equivalente a una semana de sueldo de la estrella, por su escapada nocturna después del encuentro ante Wigan el pasado 26 de diciembre, en la famosa jornada del Boxing Day. Es el último desencuentro en la historia de amor-odio entre el futbolista y su entrenador.

Al técnico escocés no le ha temblado el pulso a lo largo de su carrera y tampoco le falla con la actual figura del Manchester. Históricos como Beckham, Ince, Lee Sharpe o Van Nistelrooy pueden dar fe de cómo se las gasta el veterano entrenador. Ferguson pidió a sus jugadores que no trasnocharan para celebrar la goleada (5-0) al Wigan, pero Rooney y dos de sus compañeros —el defensa Evans y el centrocampista Gigson— hicieron caso omiso a la indicación. Su rendimiento en el entrenamiento del día siguiente disgustó al entrenador, que decidió en ese momento dejar a su delantero más en forma fuera de la convocatoria para el siguiente partido ante el Blackburn, hasta entonces colista.

Ferguson volvió a demostrar al vestuario que a sus 70 años recién cumplidos mantiene el mando y lanzó un mensaje al grupo para que se respeten sus normas. En el caso de Wayne Rooney llovía sobre mojado porque el delantero ya h abía provocado en octubre otro revuelo en el seno del Manchester United al salir a celebrar su cumpleaños la misma noche en la que su equipo era goleado en el derbi ante el Ciy (1-6).

La relación entre Rooney y Ferguson se ha tensado con el paso de los años, y la cuerda estuvo a punto de romperse ya en 2010. En octubre de aquel año, el técnico se excusó en una lesión de tobillo para no alinear en un partido a su estrella, pero el jugador le contradijo al manifestar que estaba perfectamente. «Estoy harto y me quiero ir del Manchester United», afirmaba poco después el delantero a sus compañeros de selección.

«Bad boy» había protagonizado un mes antes otro duro enfrentamiento con el técnico después de que la prensa inglesa desvelara que el delantero fue infiel a su esposa cuando se encontraba embarazada.

En 2011, Wayne Rooney se ha visto envuelto en otros episodios polémicos. El último, su absurda expulsión en Montenegro en el último partido de clasificación para la Eurocopa 2012, que le costaron dos partidos de sanción al agredir a un rival aunque el castigo inicial fueron tres. Unas horas antes de esa innecesaria acción había conocido que su padre y su tío habían sido detenidos por la Policía por un presunto amaño relacionado con apuestas ilegales.

En la temporada 2010-2011, Rooney también acaparó titulares y portadas al anotar un triplete ante el West Ham y dirigirse a una cámara mientras celebraba el último gol profiriendo insultos y exabruptos, acción que le acarreó una suspensión de dos partidos por parte de la Federación, entre ellos la semifinal de la FA Cup que el United terminaron perdiendo ante el Manchester City.

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