River Plate se asoma al borde del descenso

La afición del River Plate vive una auténtica conmoción. Su equipo del alma vive la situación más angustiosa en sus 110 años de vida y la simple idea de ver a su equipo en Segunda provoca escalofríos . Mientras, en el barrio de Boca todo son sonrisas y ánimos para los jugadores del Belgrano, equipo acostumbrado a la presión que suponen este tipo de eliminatorias. La angustia de la parroquia «millonaria» es máxima y un hincha falleció por un ataque al corazón al presenciar la derrota de los de Juan José López en el encuentro decisivo por evitar la penitencia de la promoción. Su caso no es extraño en un país donde el fútbol se siente como algo más que un deporte. Varios aficionados tuvieron que ser atendidos en centros hospitalarios por las crisis nerviosas que les provocó el triunfo de Lanús. Los presentes en las gradas del Monumental se desahogaron con insultos contra técnicos y jugadores después de la decepción, aunque la cosa no fue a más. La tristeza superó a la indignación y no se produjeron incidentes en la salida del estadio de los protagonistas.

La atención es máxima en todo el país. Junto a Boca Juniors e Independiente de Avellaneda, River cierra el trío de equipos que nunca han descendido a Segunda , aunque el peligro ahora es real. El equipo del que han salido ilustres como Di Stéfano o Francesoli acumula ya siete partidos sin conocer la victoria y ante el Belgrano está en juego una historia gloriosa. De su antiguo poderío ya solo queda el sobrenombre de «millonarios» porque la crisis le ha llevado al borde del precipicio. Sin dólares con los que contratar refuerzos ni un técnico de renombre tras la destitución de Cappa (noviembre de 2010), recurrió a López, un hombre de la casa que tiene que resolver la papeleta más difícil en los 110 años de vida de este club.