Madrid se hace de oro con la final de la Libertadores

Según los cálculos estimados por la CEIM, la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, el impacto económico del partido será de 42 millones de euros, una cantidad que se acercaría a los 50 millones de euros que suelen ir a la ciudad que acoge una final de la Liga de Campeones, como ha sucedido estos últimos años con Lisboa, Berlín, Milán, Cardiff y Kiev , y se repetirá en Madrid el primer fin de semana de junio de 2019, fecha en la que tendrá lugar la final de la Champions del próximo año: «La celebración del River-Boca en Madrid pone de manifiesto que hablamos de una ciudad modernas, con buenas infraestructuras, segura y que es tenida en cuenta a nivel mundial», explica Juan Lázaro, presidente de la patronal.

«De estos 42 millones, la mitad suele ir a la hostelería, el 25 por ciento a la restauración, el 10 por ciento a actividades turísticas y el resto son pequeñas partidas para otro agentes que participan de esta final, como son patrocinadores, aerolíneas u organización», detalla a ABC Jaime Fortuño , profesor de EAE Business School y especialista en la comercialización, venta y marketing en empresas deportivas.

La final de la Copa Libertadores generará en Madrid ganancia desde distintos frentes: «Por un lado, habrá ingresos directos e indirectos por los desplazamientos que se van a producir para ver el partido, así como ingresos inducidos, consecuencia de que el partido y la imagen de Madrid se va a transmitir a todo el mundo», explica el CEIM, que avanza una audiencia global de más de 200 millones de personas, «lo que equivaldría a una gran campaña de publicidad multicanal a nivel plantenario».

La recomendación de CEIM es aprovechar el tirón de este partido para promocionar a Madrid como destino turístico de excelencia: «El objetivo no es el número de visitantes sino el gasto medio que acometen, para lograr de este modo un turismo sostenible, de alta calidad y compatible con la vida diaria», resume Lázaro.

La hostelería, el sector más favorecido, está esta semana de enhorabuena. Al puente de diciembre, ya de habitual éxito en la capital de España , se le une un evento inesperado que provocará un ocupación hotelera muy cercana al 80 por ciento, a pesar de que los precios han subido una media de entre el 10 y 15 por ciento: «El nivel de reservas está en este momento en el 79,55%, lo que supone un ligero aumento del 6% en comparación con las cifras registradas durante el puente del año pasado, de un día más de duración», revela la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid. Desmenuzando este dato, la reservas están al 80,52% el jueves 6, al 90,66 el viernes 7 y al 90,40 el sábado 8%. El domingo, tras la final, el número baja al 56,61%, una cifra superior a otros domingos de puentes pasados.

Estos números tan boyantes para la capital de España no lo son tanto para los 10.000 aficionados, 5.000 de cada equipo, que vendrán desde Argentina a Madrid . El aficionado de River o Boca que cruce el charco para ver a su equipo levantar la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu tendrá que vaciarse los bolsillos: «El vuelo desde Buenos Aires ronda los 1.000 euros. Si a eso le unes una media de tres noches de hotel, a 200 euros la noche, más los gastos en comidas, transporte, ocio y entrada, el coste para un hincha de cualquiera de los dos equipos será de alrededor de 2.000 euros. Si tenemos en cuenta que el sueldo medio en Argentina está en los 350-400 euros, a muchos no les llega el presupuesto», desgrana Fortuño.

Los datos tampoco serán positivos para el Ministerio del Interior. El dispositivo de seguridad, que hoy se dará a conocer, provocará un gasto de 150.000 euros , por los casi 700 agentes de UIP que vendrán desde fuera de Madrid a unirse a los 200 de la capital de España. Los primeros conllevarán un gasto diario en dietas de 50.000 euros, y su estancia en la capital de España será de tres días. Los antidisturbios de Madrid no tendrán un coste económico pero si temporal. Los agentes de libranza llamados a trabajar el domingo recibirán a cambio jornada y media de descanso, lo que hará que los cuadrantes de los siguientes días queden algo descompensados. Un mal necesario para que Madrid se haga de oro en el histórico River-Boca del próximo domingo.