Europa League
Pesadilla en San Sebastián
La Real Sociedad claudica en casa ante un gran Leipzig (1-3) donde brilló el español Dani Olmo
Crónica
La Real Sociedad incrementa su mal momento de forma al caer derrotado en casa ante un gran Leipzig que, como en el partido de ida, demostró ampliamente su superioridad. Los goles de Orban y André Silva adelantaron a los visitantes y, pese a que Zubimendi ... recortara distancias, Forsberg cerró el partido de penalti cuando el partido moría. Mediante este resultado, los vascos dicen adiós a su sinuosa temporada europea.
No cabe duda de que la temporada se le está haciendo algo larga a la Real Sociedad.El hiriente preámbulo del derbi vasco, donde el Athletic maniató a sus vecinos para gozo de SanMamés, y la eliminación de la Europa League, en un partido en el que el bello fútbol que definía a este equipo en el primer tercio de la temporada brilló por su ausencia, empiezan a demostrarlo. Es un equipo cansado al que dos partidos de máxima exigencia a la semana pesan como una losa:sin Copa y sin competición continental, a los donostiarras les queda una larga Liga donde han caído a la octava plaza y donde equipos al alza como el Betis el Villarreal, el Barcelona o el mismísimo Athletic apuntan a arrebatarle su lugar europeo.
El equipo dirigido por Domenico Tedesco, que aparte de su parecido físico con Tom Hardy, ha construido un serio y punzante Leipzig que recuerda a las mejores épocas de los de Red Bull. Y, a semejanza del encuentro de ida, los alemanes comenzaron el partido percutiendo la meta de Mathew Ryan. El australiano, que se ha ganado a pulso la disputa de minutos con Remiro, alternó errores con grandes paradas, como un disparo a bocajarro de Klostermann, un mano a mano a Kampl y un blocaje preciso a un duro disparo de Orban. Todo esto en los primeros quince minutos de encuentro. La Real sufría y no daba signos de reacción.
Dani olmo, diferencial
Los minutos pasaban y los de Imanol resistían gracias a un Ryan que defendía a los suyos como Horacio Cocles defendió a Roma sobre el puente Sublicio.Pero, al fin y al cabo, era una muerte anunciada. El público callaba, dando a conocer que el gol alemán era inminente, cosa que llegó en el minuto 39, cuando Ryan adivinó un lanzamiento desde los once metros al renacido André Silva, pero el rebote fue cazado por el central Orban para firmar el 0-1. El penalti lo había hecho el mismo portero local, reafirmando su día agridulce, tras derribar a Nkunku después de que Dani Olmo le dejara solo ante el oceánico con un gran pase filtrado.
El mediapunta español volvió a demostrar que es jugador de equipo grande. Por él pasaban las jugadas más peligrosas de su equipo porque sabe cuando parar, cuando arrancar, cuando jugar rápido o cuando darse la vuelta y encarar. Aparte de su indudable calidad, el catalán suele decidir bien y eso es casi lo más importante de este deporte llamado fútbol.
El segundo tiempo llegó y el Leipzig reanudó su obra continuista ante un inmóvil equipo guipuzcoano que no veía la manera de revivir. En tal contexto, en el minuto 58, Simakan le robó un balón por la espalda a un tímido Oyarzabal, cortó en conducción la línea de medios y asistió a Silva, que reventó la escuadra derecha de la puerta local. 0-2, partido y eliminatoria previsiblemente resuelta.
Sin embargo, Imanol sacó al verde a todo el talento que aguardaba en su banco. David Silva y Januzaj sustituyeron a Le Normand y Portu, e inevitablemente, el nivel de su equipo subió. Pero el gol realista no fue producto de su juego y sí de la fortuna: en el minuto 67, Oyarzabal prolongó un balón llovido que, ante la pasividad de la defensa visitante, Zubimendi convirtió en gol. El VAR tardó en ratificar el tanto, pero tras efectuarse, el gentío del Reale Arena resurgió. Gritos, cánticos y mensajes de aliento para un equipo herido que aún no había dicho su última palabra y que se lanzó a por el empate hasta incluso rozarlo. Sin embargo, Isak y Sorloth (que había sustituido a un gris Rafinha) erraron sus oportunidades.
La Real perdonó y, por tanto, llegó la sentencia de los germanos. Nkunku, que está firmando una temporada de ensueño, intentó un autopase en el área local ante Elustondo; el esférico tocó en la mano del vasco y el buen árbitro inglés Anthony Taylor señaló penalti (minuto 89). En esta ocasión, el Leipzig no falló y, pese a que Ryan adivinó el disparo de Forsberg, el sueco firmó el 1-3 definitivo, un resultado que deja a la Real Sociedad fuera de los octavos de final de la Europa League.
Los guipuzcoanos ahondan su crisis en una temporada que se les intuye interminable.
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