El Barça se complica la Liga en un partido mediocre y preocupante

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El cielo de San Sebastián amenazaba tormenta y Suárez causaba baja por sanción. En el 2 y medio Rulli respondió con una salida difícil y exacta a una peligrosa incursión de Neymar, pero lo verdaderamente sustancial ocurrió en el minuto cuatro, cuando el joven Oyarzábal remató de cabeza, desde el punto de penalti, un centro perfecto de Xabi Prieto. Soberbio cabezazo de este chico de 18 años, volviendo inútil la estirada de Bravo. Primer gol de la tarde. La Liga se abría para el Madrid como unas piernas deseadas.

El Barcelona empezó a dominar el encuentro pero sin generar ocasiones claras. Mucho control y poca profundidad. Oyarzábal se erigía en héroe de la velada con carreras memorables y mostrando una técnica y una capacidad física poco habituales a su edad.

Excelente el planteamiento defensivo de la Real y al Barça el talento no le lucía. El partido basculaba entre un Barcelona que estaba más cómodo en la presión que en la creación y una Real que no cometía errores y permanecía segura y ordenada. Messi y Neymar, con luz escasa. El césped de Anoeta, manchado por el efecto de un hongo, como esas pieles de piscina pública.

La Real jugaba de memoria, como si conociera el partido por haberlo jugado otras muchas veces. Parecía saber lo que ocurriría al segundo siguiente y siempre se anticipaba. El Barcelona empezaba a parecer impotente ante un tipo de frustración que tampoco era nueva.

Arda en el 33 chutó como si tuviera la regla un centro de Neymar que era medio gol. Pudo marcar De la Bella en el 42 en una contra remarcable. Madrid era una fiesta cuando llegamos al descanso.

En la reanudación, Oyarzábal continuó brillando con la luz de su explosividad y su imaginación, e Iniesta entró por Rafinha. Muchos esperábamos que el sacrificado fuera Arda, por la absurda amarilla que vio al final del primer tiempo, y por su juego que en general sólo puede calificarse de nefasto.

No reaccionaba el Barça, y es preocupante cuando a Messi se le empieza a ver triste en el campo . Ningún acierto, ningún éxito. Iniesta en el 9 y medio pudo marcar de un duro y colocado disparo desde fuera del área, pero Rulli respondió con un despeje extraordinario. Alba entró por Arda.

Qué decepcionante resulta la mundanidad cuando las expectativas son tan altas. Los jugadores del Barcelona nos han acostumbrado a momentos de fútbol tan brillantes, tan de otro planeta, casi como si en lugar de a fútbol jugaran a algo nuevo, que cuando por lo que sea la luz se les apaga, y sólo pueden competir como mortales, nos producen una melancolía infinita, una deprimente sensación de domingo por la tarde, en que todo parece inútil, y cansado, y es imposible hallar ningún rastro de la esperanza. Neymar, fuera del partido, como ido. Entró Rakitic por Sergi Roberto. Salvo Suárez, Luis Enrique ponía sobre el terreno de juego a su once de gala.

Rulli otra vez detuvo en el 28 un remate letal de Messi, y los de Luis Enrique naufragaron en todo lo que intentaron.

El Barça se complica la Liga en un partido mediocre y preocupante. Mediocre por el juego, y por el resultado. Preocupante porque no compareció el espíritu de los grandes, ni la actitud que distingue a los que sobrevuelan la Historia. Es así como se pierden Liga que tenías prácticamente ganada; y es así, también, como te quedas sin la Champions cuando ya la acariciabas. Como en las peor tradición de la casa, que creíamos superada, el Barça vuelve a coquetear con su leyenda trágica.

Derrotado por el Real Madrid ( ahora a siete puntos ) en el clásico de la última jornada, fatigado por el intenso duelo europeo ante el Atlético (a seis puntos), y sin Luis Suárez , su máximo goleador en la Liga. Así afronta el Barcelona el duelo de esta noche (20.30 horas) en Anoeta , un estadio donde los azulgranas no ganan desde 2007 y han encajado cuatro derrotas en los últimos cinco años.

A pesar de que aún dispone de una ventaja cómoda, un traspié en San Sebastián podría complicar el futuro del líder de la Liga. De ese estadio ya salió escaldado el pasado curso (1-0), aunque aquella derrota sirvió de punto de inflexión al equipo de Luis Enrique, que terminó firmando un triplete histórico . El objetivo del Barça es dar hoy un golpe de autoridad para minar la moral de atléticos y madridistas, que han recortado puntos en la últimas jornadas al aprovecharse de dos tropiezos seguidos de los azulgranas.

Para sumar esa victoria balsámica, Luis Enrique no dispone de Luis Suárez , que tiene que cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas. Después de muchas jornadas y goles, el tridente se rompe en San Sebastián. Con los dos marcados por el uruguayo en la Champions League ante el Atlético, Suárez, Messi y Neymar suman este curso la friolera de 109 goles.

Todo apunta a que Munir ocupará el puesto del máximo artillero en un once titular que también podría presentar novedades en la medular. El técnico podría dar descanso a Busquets o Iniesta. En el primer caso, Sergi Roberto sería el recambio, mientras que Arda Turan sería el elegido si el entrenador se decide por la segunda posibilidad. El resto del equipo será, previsiblemente, el mismo que se enfrentó al Atlético en la Champions.

La Real Sociedad llegan a la cita sin otro objetivo que el de mejorar algún puesto en la clasificación y terminar de cerrar la permanencia . El conjunto blanquiazul, tras su victoria en el Sánchez Pizjuán, está con la moral a tope, pero su objetivo de hacer doblar la rodilla a los azulgranas choca con las importantes bajas con las que afrontará este partido. Descontadas ya las ausencias de los jugadores lesionados de media o larga duración como Sergio Canales, Rául Navas o Imanol Agirretxe, la lista de bajas es todavía más amplia por las sanciones y lesiones habidas en los últimos días.

Iñigo Martíne z, lesionado, Markel Bergara , que vio la roja ante el Sevilla, Yuri por acumulación de tarjetas, además del portero suplente Oier Olazabal y del lateral Carlos Martínez quedan fuera de la convocatoria.