El punto de inflexión para el Real Madrid

Probablemente este triunfo blanco signifique un punto de inflexión , ese cambio de ciclo que muchos vienen apuntando desde hace tiempo, cuando se advirtió en las filas azulgrana un cierto cansancio derivado de tanta victoria, pero también de un desgaste de año tras año con una plantilla excesivamente corta. También se observan signos de cansancio en Pep Guardiola , cometiendo errores tácticos que hace tiempo eran impensables en él (empecinado en una defensa de tres que se ve con claridad perjudica notoriamente al equipo).

El Madrid podría haber alcanzado al Barça antes, si el 5-0 de hace dos años no se hubiese metido en la mente de Mourinho y le hubiese envenenado los planteamientos. El portugués lo probó todo desde aquel momento, pero todo fue conservador y mezquino, sin un ápice de atrevimiento. Los blancos fueron así encadenando derrota tras derrota o eliminaciones con empates insuficientes. Hasta ayer, los blancos de Mou habían acumulado cuatro empates y cinco derrotas en el Camp Nou. En la campaña del 5-0 empataron a uno en el feudo azulgrana, pero no fue suficiente y cayeron eliminados en Champions.

Mou siguió probando pócimas y cayó en el lado oscuro del fútbol, sitio donde parece encontrarse cómodo. Tiró de manual añejo de quejas contra los árbitros, supuestos complots arbitrales, de los directivos, de lo que fuese con tal de no reconocer sus derrotas. Sin embargo, el cansancio azulgrana y la mayor conjunción de los suyos (los segundos años de Mou son los mejores) fue acercando a los dos equipos.

Al final fue el fútbol el que vino a rescatar al equipo. El 2-2 de la vuelta de la última Copa marcó el camino . Mou, por necesidad derivado de las lesiones y la presión del Bernabéu, sacó a todos los jugones en el Camp Nou y le pegó un baño al Barcelona difícilmente olvidable. Solo dos acciones de Messi salvaron a los azulgrana. No obstante, el agujero estaba hecho. Ayer, Mou combinó una presión ajustada, lejos de Casillas, con una mezcla de mastodontes y jugones, pero con preponderancia de estos últimos, que acabaron desequilibrando el partido. Un pase mágico, impensable, de Ozil a Cristiano culminó en la primera victoria del Madrid de Mou en el Camp Nou, un triunfo que, salvo catástrofe impensable, le da la Liga. Pero le da algo más: el comienzo de una nueva era.