Otro destello decisivo de Falcao

Se encontró el Atlético a un adversario repleto de semejanzas en el espejo de las comparaciones. Dado que el grupo de Simeone renuncia voluntariamente a los minutos de posesión en favor de la profundidad y el vértigo, la Real Sociedad desplegó un juego conciso, hermético, de perfil físico y pendiente de guarecer su portería por encima de todas las cosas. Virtudes que dibujan la estampa del Atlético y su impecable trayectoria esta temporada.

La Real arrebató el balón al Atlético y, aunque no es un problema para la tropa de Simeone, lo utilizó con juicio. Movió la pelota con mucho criterio, sin dejar que la extenuante presión de los rojiblancos desconectase al equipo de las funciones vitales del juego. Combinó la Real, entró por las bandas con cierta profusión y chutó contra Courtois cada vez que tuvo una oportunidad. Los zurdazos de Vela incomodaban al Atlético, también los cambios de orientación de Markel y la movilidad de Griezmann .

Tuvo el Atlético presencia y entidad durante la primera parte, pero su empaque se fue diluyendo con los minutos. No llegó a la portería de Zubikarai y Falcao enfiló el vestuario en el descanso sin una sola ocasión de remate. El partido derivó hacia el lado físico y por ahí también sufrió el cuadro rojiblanco. La Real se exhibió firme en el robo del balón y echó hacia atrás a su enemigo.

El primer periodo se cerró con una secuencia interminable de cuatro saques de esquina consecutivos de la Real y un gesto felino de Falcao en labores defensivas al salvar con el pecho un gol que se entonaba en Anoeta. El Atlético perdió de vista al guardameta rival y, aunque se adivinaba la ambición de siempre, terminó espeso y fatigado la manga inicial.

El equipo colchonero salió despierto del vestuario y aportó lo que nunca falta en su equipaje: intensidad. Añadió empuje y velocidad al juego y se personó frente a Zubikarai . Lo hizo sin la claridad de otras veces (Falcao demasiado posesivo con el balón en los pies) y tiró del manual. Como no llegaba por combinación, toque o pase, ejecutó una sesión convincente de estrategia. El Atlético ha trabajado esa faceta y por ahí comprometió el partido de la Real Sociedad. Ya no se sentía cómodo el conjunto de Montanier y Zubikarai se sintió exigido.

Se balanceó el partido en una pugna interesante. El quiero y no puedo del Atlético frente a la amenaza de un contragolpe donostiarra. Carlos Vela tuvo en su bota derecha un mano a mano con Courtois que lanzó a la estratosfera. El encuentro lucía más para la Real que para los colchoneros, cuyo empeño por ganar moría regularmente frente a la defensa realista. Con el tiempo al límite, Cebolla Rodríguez forzó una falta cerca de la frontal del área y Falcao se la pidió para él. Lanzamiento sobre la bocina, con un estadio silbando y un desconcierto general. Falcao sintió el silencio, solo vio portería y esquivó suave, con un toque maravilloso la barrera enemiga. Gol del Atlético en el callejón sin salida.