El proyecto Van Gaal, a la final
El conjunto alemán arrolló a los galos con un triplete de Ivica Olic y disputará el cetro
El proyecto Van Gaal, a la final
El siempre discutido Louis Van Gaal logró ayer que el Bayern de Munich se metiese en la final de la Copa de Europa. Será la octava ocasión en la que el club bávaro de jugadores míticos en la historia del fútbol como Beckenbauer, Breitner, Effenberg, ... Scholl, Matthäus, Müller o Rummenigge juegue el partido definitivo —el Bayern ha ganado cuatro Copas de Europa—.
La finalísima la alcanzó ayer después de imponerse con solvencia, arrollando sin contemplaciones en el estadio de Gerland al Lyon por 0-3. Si bien el conjunto muniqués fue una máquina perfectamente engrasada, Ivica Olic se convirtió en la referencia bávara con un triplete. El croata, que firmó esta temporada procedente del Hamburgo, ya acumula siete dianas en esta Champions.
El premio de la final del Bernabéu es respuesta al funcionamiento de un proyecto, el del holandés Van Gaal, que comenzó cojo, titubeante, perdido, sobre todo, en la Bundesliga, pero al que la figura de Robben y la apuesta por jugadores jóvenes como Müller o Bastuber junto a la experiencia de Van Buyten, Van Bommel o Schweinsteiger o Ivica Olic ha dado resultado. La «Champions», para la que esperan rival entre el Barça y el Inter, se une ahora a la posibilidad de ganar la liga alemana.
El Bayern se ganó el billete para la final desde el inicio. Saltó más concentrado y con las ideas más claras que el Lyon. Los de Van Gaal mandaron en la construcción del juego desde su línea defensiva. Elaboraron con un estilo más tulipán que teutón y buscaron la contra cuando los franceses se resquebrajaban. Algo que se repitió en exceso. En una de esas los muniqueses dibujaron el 0-1 de Olic que recibió de Müller.
El orden del Bayern se mantuvo en la segunda mitad. Por su parte, el Lyon, que veía que se le escapaban sus opciones finalistas, se lanzó a la desesperada. Pero el partido se le puso cuesta arriba con la expulsión de Cris. Olic hurgó en la herida francesa y sentenció con el segundo. El croata, incombustible, se quiso llevar el balón de la semifinal y cerró su triplete en el 78.
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