La Premier, del revés

Hoy la máxima representación de ese fútbol tiene asombrada a la población mundial. El pasado fin de semana, el Liverpool y el Manchester United , los dos equipos de referencia en Inglaterra, recibieron dos goleadas históricas. El City de Guardiola , que también días atrás se llevó una paliza por parte del Leicester, lleva cuatro puntos en cuatro partidos y el multimillonario proyecto de Abramovich y Lampard en el Chelsea solo puede tildarse de novel. Mientras, clubes como el Everton de Ancelotti, el Leicester City (ya ganó la competición de forma sorprendente en 2016) o el Aston Villa se abren paso a codazos contra favoritismos e historia.

El domingo, Solskjaer no sabía dónde meterse. «Ha sido culpa mía», reconocía el entrenador del Manchester United tras perder por 1 a 6 contra el Tottenham de Jose Mourinho , técnico al que el noruego sustituyó en diciembre de 2018 en el banquillo de Old Trafford. El equipo del noroeste, que lidera la clasificación histórica de la Premier League con 13 títulos, no ha sabido reponerse de la marcha de Sir Alex Ferguson en 2013 . No calaron los discursos futbolísticos de Moyes, Van Gaal o Mourinho, menos aún el de Solskjaer, que llegó al club como leyenda («Baby Face Killer» era su apodo) pero con escaso bagaje como entrenador. El United solo ha conseguido 3 puntos en los primeros tres partidos de competición, cosa que no pasaba desde hacía 34 años.

Tampoco se salvó su rival histórico, el imponente Liverpool de Klopp , actual campeón de la Premier, minimizado en el campo del Aston Villa, que ahora ostenta el segundo puesto de la clasificación. El encuentro se saldó con un inimaginable 7-2 a favor de los locales , la peor derrota de la historia de los «Reds» en la Premier. El caso del Liverpool tiene aura de anécdota más que de problema real, pero el equipo de Anfield ha recibido por primera vez desde la temporada 37-38 once goles en las primeras cuatro jornadas. «Sí, puedo creerlo porque estaba allí», aseguró el técnico alemán con un tono menos festivo de lo habitual.

Mientras, más al norte y entre toneladas de elogios, el Manchester City de Guardiola empataba 1-1 contra el recién ascendido Leeds de Marcelo Bielsa , inquebrantable en sus convicciones y con una inversión en fichajes de casi 90 millones de euros. Rodrigo Moreno, traspasado desde el Valencia, salió en el minuto 56 y en el 59 ya había marcado el empate. Los «citizens», que se habían puesto por delante gracias a un excelente gol de Sterling , solo pudieron sumar el cuarto punto en los primeros tres partidos de competición. El equipo del técnico catalán se une así a la decadente corriente que parecen seguir los grandes aspirantes al título. No en vano, dicho está, el City se estrenó en competición oficial con un 2 a 5 frente al Leicester City.

Ante el vacío de poder generado en las primeras semanas de competición, no han tardado en surgir nuevos aspirantes por el título. El Everton de Ancelotti luce con orgullo el primer puesto de la tabla mientras la zurda de James Rodríguez (3 goles y 2 asistencias) y la aparente languidez de Calvert-Lewin (máximo golpeador de la competición con seis tantos) suponen un goteo constante de puntos para los «Toffes». Cuatro de cuatro y la aspiración de lograr un torneo que no levantan desde 1987.

Más reconocibles son las cabalgadas de James Vardy (125 goles en 7 temporadas) con el Leicester, que tienta de nuevo al espectador con otra historia de amor. Leyenda es ya aquel equipo, dirigido por Claudio Ranieri y ejecutado por el delantero de Sheffield, que conquistó la Premier 15-16 y dejó una alineación que ya forma parte del imaginario futbolístico popular (Drinkwater, Okazaki, Mahrez, Huth...). Ahora, el equipo al que dirigió Shakespeare (pero no el bardo inmortal) se posiciona en tercera plaza con la esperanza de repetir la hazaña. De momento, Vardy ya ha conseguido marcar cinco tantos.