Portugal libera a Cristiano Ronaldo de la repesca

El sentido común tomó cuerpo a primera hora de la mañana de ayer. La Federación Portuguesa de Fútbol no aceptaba la documentación remitida por el Real Madrid y el club blanco estaba obligado a cumplir la normativa FIFA. Cristiano Ronaldo tenía que personarse en la concentración de la selección portuguesa para cotejar los correspondientes informes médicos que detallaban su lesión.

Intensas conversaciones

El Real Madrid mantuvo intensas conversaciones con la delegación lusa y se decidió que a primera hora de la tarde de ayer tomase un vuelo privado con rumbo a Lisboa, para después desplazarse hasta Óbidos (87 kilómetros), donde se encuentra concentrada la selección lusa. Había imperado el sentido común y las posturas de los dirigentes blancos (se negaban en rotundo a que viajase el jugador) y del seleccionador Carlos Queiroz (dijo a los cuatro vientos que el futbolista podría jugar) se suavizaron.

No había vuelta de hoja. Cristiano Ronaldo tenía ahora que tomar las riendas del asunto. Había llegado la hora de tomar una decisión consecuente y no dejarse arrastrar por las presiones de uno u otro lado. Sabe el futbolista que no está para jugar y que ahora no valen los faroles. Sabe que es impopular renunciar a la selección cuando se está jugando su presencia en el próximo Mundial, pero su tobillo se encuentra demasiado dañado.

Apenas unas horas estuvo ayer Cristiano Ronaldo en Portugal para ser examinado por los médicos de la selección lusa, que acabaron por dispensarle para los dos próximos partidos frente a Bosnia. Antes de las cinco de la tarde el jugador blanco aterrizaba en el aeropuerto lisboeta de Figo Maduro. Tras pasar reconocimiento por el equipo médico de la selección, la Federación lusa emitió un comunicado en el que informó de la imposibilidad física del jugador para integrar la concentración de preparación de la selección para los dos próximos partidos.

Marcha atrás de Queiroz

Horas antes, el seleccionador Carlos Queiroz daba una rueda de prensa después del primer entrenamiento, en la que abordó el problema surgido con el Madrid por el estado físico de Cristiano Ronaldo. «Todos los jugadores deben ser observados por el cuerpo médico antes de ser admitidos en la concentración. Es lo que va a ocurrir con Ronaldo. El cuerpo médico, que es serio y competente, va a tomar la decisión que sea mejor para Cristiano. No comprendo la histeria de algunos sectores relativamente a una situación que es normal», comenzó por explicar el ex técnico del Madrid.

«Tenemos la convicción de que la decisión será tomada de acuerdo con los intereses del jugador y así siendo quedan de inmediato salvaguardados los intereses de todas las partes», continuó.

Queiroz aseguró que «no existen brazos de hierro, ni caprichos o egos, sino sentido profesional; llamamos a los jugadores que creemos que deben estar. Si no puede, los profesionales tomarán una decisión». Sobre el Madrid, recordó que «es un gran club, conozco a su equipo médico, les conozco y me conocen, pero una entidad no puede estar por encima de otra y esto es algo que ya ocurrió con Chelsea, Atlético de Madrid o Juventus, y sucede en todas las selecciones».

Respiró el Madrid con la resolución. Y el propio jugador, que se ha visto sometido a una terrible presión para llegar en forma a la eliminatoria. Cristiano no podía renunciar públicamente a no jugar. La afición lusa no lo entendería y a buen seguro que rezará para que nadie se acuerde de su ausencia en este delicado compromiso.