La pólvora del Deportivo deja KO al Racing
Todavía se frotan los ojos los aficionados del Racing, que se las presumían felices cuando su equipo se adelantó por dos veces en el marcador de Riazor y llegó a perdonar la goleada. Lo hizo, y los de Lotina encontraron la pegada perdida en muchos ... encuentros de la temporada para infringir a los cántabros una inmerecida «manita» y recuperar su mejor tono de juego. Así, los gallegos siguen mirando a Europa, y los santanderinos hacia atrás, por lo que les pueda venir de la zona peligrosa.
Ayer Jonathan Pereira demostró que la intensidad en el fútbol no debe ser creciente, sino constante. El pequeño ariete racinguista tardó veinte segundos desde que inició el encuentro en torear a dos líneas deportivistas, trazar una pared con Zigic y marcar. El Deportivo fue poco a poco recuperándose de la modorra dominical y encontrando su juego, mejor cuando los laterales apoyaron el ataque por banda. Así vino el empate, con Laure como asistente de Juan Rodríguez.
No se ruborizó el Racing y en otra internada de Pereira, que centró a placer, Zigic se vengó del marcaje implacable de Lopo para empalar y adelantar a su equipo de nuevo. Así se consumió la primera mitad, y Lotina cavilaba una solución. La encontró pronto, sentando a De Guzmán y apostando por la velocidad de Riki, goleador en la tarde de ayer.
En la segunda parte, el dormilón fue el Racing y el Depor no tuvo miramientos. Primero, Lafita encontró a Riki en mitad de un barullo de la zaga cántabra, desastrosa tras la reanudación. A los cinco minutos, otro desajuste de la defensa permitió al extremo aragonés empujar a placer en el área tras el saque de un córner. Y como colofón, Valerón habilitó con un pase de tiralíneas a Riki para anotar el cuarto.
El Racing mantuvo el tipo
Tres golpes al mentón como esos dejan en el suelo a un rival, cuando todavía quedaba por delante media hora de encuentro. El Racing no le perdió la cara y, aun goleado, siguió jugando el balón por el césped, cuando más de uno habría optado por tirar melones al área y que Zigic se inventara algo. El gigante se borró tras el descanso. En el intercambio de golpes, Lafita de nuevo asistió a Verdú para el quinto. Y, para salvar la honra, Berrocal empaló una asistencia de Marcano para hacer el tercero del Racing.
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