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Otro Barcelona-Real Madrid con polémica
El Real Madrid reclamó un penalti sobre Ozil y el Barça pidió la pena máxima por una acción de Pepe
ABC.ES
No hay pan sin trigo como no hay clásico sin polémica. Esta vez tampoco hubo excepción. Cada equipo reclamó un penalti a Delgado Ferreiro durante el choque, pero el colegiado no quiso castigar ninguna acción con la pena máxima. En sus manos quedó ... también la presencia de algún jugador que se jugó la segunda amarilla.
Todo transcurrió con relativa normalidad hasta el descanso. Delgado Ferreiro solo se llevó la mano al bolsillo en dos ocasiones antes del descanso. Primero amonestó a Pedro por una entrada dura, con el pie por encima de lo permitido, sobre Sergio Ramos. Minutos después sacaba otra merecida amarilla a Xabi Alonso por cortar un avance de Xavi Hernández en el centro del campo. Pocas jugadas polémicas para un partido, como siempre, de enorme tensión.
Ozil cae en el área azulgrana
La polémica nación nada más arrancar la segunda mitad. Ozil , tras controlar el balón más allá de la frontal, se daba media vuelta caía al suelo junto a Javier Mascherano. Los jugadores blancos pidieron penalti, pero Delgado Ferreiro no dudó ni un momento. La repetición demuestra que hay contacto entre Mascherano y Ozil pero el colegiado, bien situado para ver la jugada, estima que no hay intención del azulgrana por derribarle.
«El Real Madrid es un club señor y no se puede hablar de penaltis no señalados» , explicaba después en zona de prensa Mourinho. Xavi Hernández lo veía de otro color: «no me ha parecido penalti. El árbitro ha estado correcto».
La entrada de Pepe a Iniesta
Cinco minutos después las tornas cambiaban cuando Iniesta se intentaba marchar por un costado del área blanca. En su camino se cruzó Pepe con la intención de robarle el balón en una acción milimétrica. En unas tomas parece que el luso llega tarde y en otras parece que toca primero la pelota. Pese a las quejas del público y los futbolistas culés tampoco aquí Delgado Ferreiro decidió pitar penalti.
El clásico terminó sin expulsados porque así lo quiso el colegiado. Xabi Alonso y Sergio Busquets estuvieron cerca de marcharse a la ducha antes de tiempo al jugarse en alguna que otra acción la segunda amarilla. Los azulgrana pidieron la expulsión de Alonso en la falta al borde del área que derivó en el golazo de falta de Leo Messi, pero Delgado Ferreiro no estimó que era suficiente grave su entrada como para sacarle la roja.
Siete minutos después Busquets cazaba a Ozil en el centro del campo con el objetivo de evitar un contragolpe del Real Madrid. Pepe y varios jugadores blancos pidieron la segunda amarilla del catalán, pero el colegiado no quiso mostrarle la roja.
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