Pierluigi Collina: «Decir que el árbitro es un mal necesario es feo, ilógico y absurdo»
El viernes cumple los 44 y ha dirigido todo lo que puede juzgar un árbitro: desde una final de un Mundial a una olímpica pasando por la «Champions», Nadie discute que es el número 1
MADRID. Sus obligaciones retrasan la entrevista un par de horas. Se ... disculpa.Se le nota cansado. Lleva doce horas en pie y tres días de curso intensivo. Como su español es mejor que nuestro italiano acepta llevar la conversación en nuestro idioma.
- ¿Por qué árbitro y no médico, abogado o futbolista?
- ¿Por qué periodista y no médico, abogado o ingeniero?
- Periodista es una profesión vocacional, como las otras, pero se conocen pocos niños que digan que de mayores quieren ser árbitros...
- Cuando tenía 17 años un compañero de escuela (Fausto Capuano) me animó a probar. A esa edad no piensas que lo que estás haciendo sea para toda la vida, que puede acabar siendo tu futuro. Se hacen cosas para ir cogiendo experiencia en la vida. Me gustó mucho la primera vez. Los veteranos me dijeron que era bueno. Y así, hasta hoy.
- Pero ser árbitro por devoción es algo difícil de asimilar.
- La gente no conoce o no entiende lo que puede sentir un árbitro. Si nos conocieran mejor, si supieran lo que sentimos arbitrando, se podría entender mejor nuestro comportamiento. Puedes madurar más y mejorar más como persona siendo árbitro que con otras experiencias. Lo importante es estar convencido en las cosas importantes que uno hace y yo me dediqué totalmente convencido de lo que hacía.
- Tambien probó con el pito porque no era un buen futbolista...
- Está claro, si hubiese sido un jugador de nivel máximo habría sido futbolista y no árbitro, esto es normal. Empecé a jugar al fútbol y cambié porque era una experiencia nueva. Jugaba de central y llegué a mi nivel máximo. Ahora también juego, con los amigos. Tenemos un equipo de árbitros, jugamos con fines benéficos y reunimos entre veinticinco y treinta mil personas. Es una manera importante de ayudar al prójimo.
- ¿Se acuerda de la primera vez?
- Es algo muy lejano. Para un árbitro que comienza lo más complicado es ver la falta y pitarla. No es automático. Puede que la veas, pero no te sale de la cabeza que debes utilizar el silbato.
- ¿Cuándo supo que se dedicaría al arbitraje profesionalmente?
- Exáctamente es difícil decirlo. Si he seguido es porque me gusta mi profesión. Con 17 años nunca pensé que ahora estaría concediendo una entrevista a un periódico español, por ejemplo. Cada año me ponía unos objetivos para mejorar y subir peldaños.
- ¿Qué se siente siendo el árbitro referencia, el líder?
- No me considero un líder. Espero que a través de mí la gente pueda conocer lo que hacen los árbitros, porque habitualmente la gente habla de nosotros sin conocernos o conociéndonos sólo por lo que hacemos en los noventa minutos de un partido. Y esa parte no es todo. Fuera hay una parte importante, antes y después del partido. La gente no tiene en cuenta que para que los niños jueguen al fútbol tiene que haber un árbitro. Y cuando los niños juegan están compartiendo cosas con los demás. Es una manera de aprender a trabajar en equipo, que es lo que hará en el futuro. Sólo un niño sobre cien mil llega al máximo nivel profesional y los demás se conformarán con divertirse jugando al fútbol. Y hay árbitros que ayudan a éstos últimos a jugar por jugar. Porque despertarse un domingo a las siete de la mañana y arbitrar un partido con lluvia, frío... Y si lo hacen es porque quieren ayudar a otros para que jueguen. Cuando escucho a alguien decir que el árbitro es un mal necesario digo: ¿por qué? Me parece una definición fea, ilógica, absurda.
- Pero los árbitros, al menos en España, se esconden en su caparazón, no les dejan hablar ni expresan sus sentimientos, están a la defensiva...
- Arbitrar no es como ir a pescar, a relajarse. Trabajamos muy duro a lo largo de la semana. Hacemos cosas que poca gente conoce. Acudimos a cursos que comienzan a las ocho de la mañana y acaban a las ocho de la tarde, con una hora para comer. Hablamos de situaciones, estudiamos vídeos de los últimos partidos... Nos preparamos diariamente física y psíquicamente.
- ¿Usted disfruta en un partido?
- Estás tan concentrado que no disfrutas de lo que ves. Puede ocurrir que al final no te acuerdes de quién ha marcado un gol, porque no te interesa. Es más importante para mí que todo salga bien, que no me equivoque.
- Y si está al lado de Zidane y hace una jugada como la de Valladolid...
- Tienes la posibilidad de mirar, pero no se te queda en la retina. El objetivo es estar concentrado y controlar lo que pasa en el partido.
- Viendo un partido dirigido por usted da la sensación de absoluta tranquilidad, de que lo tiene todo bajo control, de que no está nervioso...
- Sí, de que paso inadvertido... Pues es algo con lo que no estoy de acuerdo. No comparto que el mejor árbitro es el que pasa desapercibido. Me parece ilógico y no es correcto. Si pitas dos penaltis en un partido no pasas desapercibido. Toda la gente mira lo que haces. El mejor no es quien pasa inadvertido, sino el que tiene coraje para tomar decisiones difíciles. Si a un minuto del final, con empate a cero, aciertas al señalar un penalti es una decisión que te convierte en protagonista.
- Me dicen que en Italia es más discutido que en España o Inglaterra, que no es profeta en su tierra...
- (Se ríe) Sí, ¿cómo se dice en español? La hierba del otro siempre está más verde que la hierba de casa. No creo que a mí me pase. De siete temporadas, en cinco he conseguido el premio al mejor árbitro, concedido por los jugadores de la Liga italiana.
- Por culpa de la edad se va a tener que retirar en plenitud.
- No es novedad. Mejor no hablar.
- ¿El fútbol sólo lo ve como árbitro o como aficionado?
- No. Depende. Si es un partido entre equipos que puedo arbitrar en un futuro muy cercano lo miro desde la perspectiva del trabajo. Me permite prepararme. Si es entre equipos que nunca arbitraré lo miro como un espectador más. A mí me gusta el fútbol como tal.
- Si están por medio el Madrid, Bayern, Manchester... ¿En qué se fija?
- En la manera de jugar, la táctica, las características y la actitud de los jugadores, sus acciones, sus virtudes... Es importante conocer sus jugadas. Si hablamos de un zurdo y juega en la izquierda normalmente llega hasta la línea de fondo y centra; si juega por la derecha lo normal es que vaya hacia el centro. Otra, si hay hombres que juegan muy bien con el balón pegado al pie, son rápidos y buscan las paredes... son distintos a los futbolistas fuertes, que lo normal es que busquen más el choque... Si hay un meta hábil sacando en largo hay que estar bien colocado, porque en un segundo puede montar un contragolpe... Son características que se deben conocer. Si un equipo hace el fuera de juego debes saberlo.
- Vamos, que cuando se retire puede ser entrenador.
- No, no. Es distinto. No me interesa la gestión del grupo, que es lo que hace un entrenador a lo largo de la semana. Tengo que conocer algunas cosas que están relacionadas con mi trabajo. Si un equipo juega con tres defensas y uno más retrasado; si otro hace «pressing» muy cercano al medio del campo. No me ayuda nadie ni me paso todo el día pegado al televisor. Cuando conozco mi designación para un partido que pitaré en 15 ó 20 días me pongo a ello. Como tenía que arbitrar el partido de vuelta de la repesca entre Noruega y España para mí fue importante ver el encuentro de ida en Valencia.
- Lo que cuenta nunca se lo hemos escuchado a los árbitros españoles.
- Si habla con ellos seguro que hacen lo mismo. O deberían hacerlo. Y estoy convencido, porque es una manera de preparar un partido. Puedo equivocarme en una decisión, es normal, porque toda la gente se equivoca. Los jugadores se entrenan durante la semana y se equivocan; los entrenadores, lo mismo, pero lo más importante es que yo esté preparado y que tenga la conciencia tranquila al final del partido.
- Tres condiciones que debería tener todo árbitro.
- Coraje, ganas de trabajar y mirar siempre adelante y nunca atrás.
- Y tres que nunca deba tener.
- Suficiente con hacer esas tres bien. - ¿Repasa sus partidos?
- Es parte de mi preparación, no sólo antes. Es normal equivocarse, pero después hay que saber o entender por qué hiciste eso en el campo. Lo que faltaba en tu preparación. Cuando haces cosas buenas hay que olvidarlas muy pronto y mirar hacia adelante. Cuando las haces malas también hay que olvidarlas, pero un poquito después porque antes debes entender por qué hiciste eso mal. Eso te ayuda mucho.
- ¿Qué aspecto mejoraría de su preparación?
- Es muy confidencial... Posiblemente la manera de relacionarme con los errores cuando fallo.
- Al día siguiente no tiene ganas ni de ir a trabajar.
- A veces no, es un problema hacer vida normal.
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