Pellegrini será el entrenador blanco si Wenger no acepta recortes de poder
El francés exigió a Florentino control absoluto en los fichajes y en el vestuario, y acceso directo al presidente
Mal camina el club más grande de Europa cuando los entrenadores elegidos se niegan a venir. Mourinho y Ancelotti imitaron la estela de Rafa Benítez y le dijeron «no» al Real Madrid. Manuel Pellegrini, la quinta opción, es ahora el primer candidato de ... Florentino Pérez para ocupar el cargo y reconducir una situación de crisis deportiva a escala internacional que dura cinco años. El único que aún puede impedir la llegada de Pellegrini es Wenger, la segunda carta abordada tras la negativa de Benítez . Para ello, el técnico francés debería decir «oui» a la oferta del candidato presidencial y reducir sus pretensiones de poder absoluto sobre el equipo.
El técnico del Arsenal sí respondió al llamamiento de Florentino Pérez. Expresó al futuro responsable de la entidad que estaba dispuesto a firmar por el Real Madrid si se admitía la filosofía de trabajo que mantiene en el Arsenal. El francés firmó un documento precontractual vinculante en el que exigía tres condiciones. La primera, acceso directo al presidente en todo momento, sin comunicación por intermediarios. La segunda, control absoluto del vestuario y de la plantilla. La tercera, control total de los fichajes.
Wenger, como Benítez
Las solicitudes de Arsene añadían un contrato largo, por cinco años, con el objetivo de realizar esa política típica del fútbol inglés que mezcla la dirección deportiva con el banquillo y busca la consolidación de un estilo de juego a medio plazo. Sus exigencias eran, ni más ni menos, las mismas que pidió Benítez, quien dirige al Liverpool con similar autoridad.
Florentino Pérez no aceptó la propuesta de Wenger, porque conceder al entrenador francés la potestad en las contrataciones significaba dejar en fuera de juego la labor del director deportivo, que será Jorge Valdano. Las solicitudes de Rafa y de Arsene suponen, sencillamente, un cambio de cultura en el Real Madrid y en el fútbol español. Desechar la doble figura del director deportivo y el entrenador para suplantarla por la del poder deportivo unificado, ajeno al palco, que triunfa en la «Premier».
Wenger ha propuesto a Florentino Pérez un precontrato que exponga sus prerrogativas, para evitar futuras intromisiones, y esas exigencias han supuesto que, salvo que rebaje sus peticiones en las próximas horas, el elegido finalmente sea Manuel Pellegrini.
El Real Madrid conoce la capacidad de gestión del presidente y del consejero delegado del conjunto levantino, Fernando Roig y José Manuel Llaneza. El pasado verano, el internacional Santi Cazorla parecía futbolista blanco cuando el dirigente de la sociedad castellonense surgió una mañana y anunció la renovación del centrocampista.
El Real Madrid espera solventar todos esos obstáculos y presentar a Pellegrini el martes, una vez que Florentino Pérez sea ratificado como único candidato y, por tanto, presidente blanco el lunes.
Recuperar el prestigio
El candidato subrayó ayer que «Pellegrini y Wenger son dos magníficos entrenadores y hasta que no terminen las competiciones no diremos nada». En la presentación de la carpa electoral más breve de la historia, puesto que podría ser retirada el lunes, concretó que tendrá que fichar a «cinco o seis jugadores y hacer en un año lo que, en otras circunstancias, hubiera llevado tres».
Criticó a las directivas precedentes al enjuiciar que «el Madrid ha perdido su lugar en el mundo, ha desaparecido del concierto internacional y habrá que recuperar el terreno».
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