Murciélagos blancos

La vía es fácil: todos colgados del larguero cual murciélagos, con Pepe (y no va con segundas) encabezando la legión de destructores por detrás del balón y salida a la contra , que es donde Mou piensa, de verdad de las buenas, que se encuentra el verdadero alma del fútbol. Al Bernabéu le repatea tener a la reencarnación de Clemente en el banquillo, pero pasa tan malos momentos que se aferra a clavos encendidos, ya sea el de la Cofradía de Tommy Roncero o el de Mou y sus ocho jugadores pegados al trasero de Casillas .

En otros campos de batalla nuestros héroes peligran. Nadal porque a Djokovic le ha dado por ponerse serio y dar el paso adelante. Pensábamos que Nole seguiría toda su vida siendo el chico simpático de las pizzas , allá en la estación invernal de sus padres. Y que continuaría con esa troupe de gente extraña que le sigue y que le hace parecer más Jesulín de Ubrique que un tenista. Pero quiá, se ha centrado y ahí está ya Rafa poniéndose las pilas que vienen curvas.

También le llegan curvas a Alonso , que este año va de secundario. Lo tiene más crudo que nunca, y más que lo va a tener si sigue haciendo el dominguero picándose con Hamilton como si fuesen niños , porque así se pierden las distancias y ora destrozo el alerón delantero, ora el trasero, dejándose en la pista jirones de su prestigio. Eso sí, ahora le echarán la culpa al inglés. Incredible...