París y el fantasma de Hillsborough: la indignación del Liverpool con el Gobierno francés

Las acusaciones de las autoridades galas han reavivado en los aficionados del Liverpool el trágico recuerdo de la catástrofe de Hillsborough . En abril de 1989, con ocasión de una semifinal de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest, un gigantesco movimiento de una masa de aficionados provocó 97 muertos . Desde el día siguiente, la policía y las autoridades acusaron a los aficionados del Liverpool, ebrios y sin entrada, de ser los responsables, pero 20 años después una comisión de investigación independiente dictaminó que la falta de organización de la Policía y algunas de sus decisiones fueron la causa principal de aquella tragedia. Algunas de las imágenes vistas a las puertas del Estadio de Francia este sábado recordaron a las que tuvieron lugar en aquel partido jugado hace más de tres décadas.

Indignado al igual que miles de hinchas de su club por las acusaciones lanzadas desde Francia, Tom Werner, presidente del Liverpool , envió una carta a la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castera , mostrando su protestas, una misiva publicada por el diario local Liverpool Echo. El dirigente mostró su «absoluta incredulidad» por el hecho de que la ministra pudiera hacer «una serie de acusaciones sin demostrar sobre un asunto tan importante», incluso antes de que se realice una investigación independiente. En este sentido, la UEFA anunció el lunes que encargará un «informe independiente sobre los acontecimientos que rodearon la final de la Liga de Campeones».

Las afirmaciones del ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, según el cual algunas medidas tomadas por la policía «salvaron vidas» reforzaron ese paralelismo con Hillsborough y el largo combate para obtener justicia. «Eso nos recordó a Hillsborough, para los que tuvieron la mala suerte de estar allí en 1989», explicó a la AFP Ian Byrne, un diputado de Liverpool . «Hubo una ausencia total de mando y de gestión, fue horrible» denunció.

En unas declaraciones a la radio RTL realizadas el pasado lunes, Oudéa-Castera acusó al Liverpool de «dejar solos a sus seguidores» a diferencia del Real Madrid , que acompañó a los suyos de principio a fin. Por su parte, el ministro francés de Interior insistió en que los problemas antes de la final surgieron por la existencia de entradas falsas. «Se ha confirmado un fraude masivo, industrial y organizado de entradas falsas, que fue la causa principal del retraso del partido», declaró. Darmanin cifró entre «30.000 y 40.000» el número de hinchas ingleses sin entradas o con entradas falsificadas, apuntando que el fraude tuvo su origen en el Reino Unido.

«Sus comentarios son irresponsables, poco profesionales y totalmente irrespetuosos con los miles de aficionados heridos física y emocionalmente», reprochó el presidente del Liverpool en su carta. «En nombre de todos los aficionados que vivieron esta pesadilla, le exijo una disculpa y la garantía de que las autoridades francesas y la UEFA permitirán que se lleve a cabo una investigación independiente y transparente», subrayó.