El Barça recupera tímidamente su juego ante el colista

El terreno de juego estaba lento, se levantaba el césped por cualquier rasguño. Largas posesiones del Barça, pero siempre horizontales, como si jugaran a balonmano. Lo primero importante lo hizo Messi, filtrando una gran asistencia que Suárez no supo aprovechar. Lo segundo lo hizo el uruguayo, aprovechando su envergadura para recibir de espaldas a la portería una asistencia de Jordi Alba, voltearse sobre sí mismo y su defensor, y acabar rematando al poste. Poco a poco el Barça imponía su dominio, y sólo un pie prodigioso del portero Nauzet pudo evitar que en el minuto 14 Messi transformara la tercera clara ocasión que tenía su equipo. Bien el Barça. Variedad ofensiva y profundidad, sólo falto de algo de suerte en la finalización.

Messi volvió a encontrarse con la inspiración de Nauzet, que esta vez con la mano desarticuló una bella vaselina que entraba. Sergi Roberto había roto la presión local para dinamizar la jugada. Los de Luis Enrique generaban con belleza y contundencia, pero la fortuna les era esquiva. Osasuna no hacía nada pero en el 28 Oriol Riera estuvo a punto de marcar. Buenas sensaciones pero mal resultado. Vísperas de la angustia, aunque quedaba todavía mucho partido por delante.

Pero aunque el Barça sin Iniesta es otra cosa, la primera parte se volvió a esfumar sin que el equipo concretara su superioridad. El rival fue tan menor que todavía hacía más alarmante la incapacidad para marcar. Eso sí: Nauzet , sensacional. Otro portero que estaba haciendo contra el Barça el partido de su vida.

La segunda mitad empezó con un lejano disparo de Sergio León -que buscaba con acierto la espalda de los centrales- al larguero, y con el Barça que empezaba a tener más angustia que luz. Los jugadores de Osasuna, cada vez más animados, tras haber resistido los primeros 45 minutos, empezaban a creer en el empate, y hasta remotamente en la victoria. El Barça, con más prisa que audacia , no hallaba la profundidad ni sus jugadores sabían romper el muro navarro, bien instalado en el último tercio del campo.

Y cuando todo parecía más colapsado, entre Messi, Arda y Jordi Alba trenzaron una formidable jugada que acabó con un balón franco para Luis Suárez en el segundo palo para que el uruguayo lo rematara plácidamente y sin ninguna oposición a gol. Destello de luz justo en el instante en el que más el Barça la necesitaba . En la jugada siguiente, Osasuna reclamó penalti pero la acción había sido detenida -y bien detenida- por fuera de juego. Acertó también Martínez Munuera no castigando con la pena máxima la mano de De las Cuevas en su área, porque fue claramente involuntaria.

En el minuto 72, el Barça sentenció el partido con una meritoria jugada colectiva, culminada por una buena triangulación entre Alba, Denis y finalmente Messi , que consiguió el 0 a 2. Si en la primera parte el Barcelona tuvo hasta seis claras oportunidades, sin ser capaz de marcar ninguna; en la media hora que se llevaba jugada de la segunda, coronó las dos que tuvo.

Sergio León continuó peleando cada difícil balón que le caía. Contra centrales de gran entidad, este chico, que es debuta esta temporada que juega en Primera, dio una brillante lección de técnica y poderío. Pero quien marcó -su segundo gol y el tercero de su equipo- fue Messi, en el descuento. Brillantísima jugada personal.

El Barça no ganaba en la Liga desde hacía un mes, y pese a la angustia por el gol que no llegaba, mostró un fútbol mucho más digno que los despropósitos de las semanas anteriores. Es cierto que Osasuna es el colista y que está este curso especialmente débil, pero hemos visto tirar Ligas en partidos más tontos que el de ayer