Oleguer fue un español más
El defensa del Barça acudió a la convocatoria de convivencia de Aragonés
JULIÁN ÁVILA
MADRID. La figura del defensa del Barcelona Oleguer Presas está barnizada con una capa de catalanismo independentista y públicamente ha reconocido este compromiso político. No hace mucho tiempo dedicó un gol a un chaval que tuvo un roce con las Fuerzas de Seguridad ... en Sabadell... y ahora es uno de los protagonistas de una campaña en apoyo de las selecciones catalanas bajo el eslogan «Una Nació... una Selecció».
Estos detalles no han sido un obstáculo para que Luis Aragonés citase a Oleguer la semana pasada para una convivencia de la selección española junto con 32 internacionales más. Por entonces, el azulgrana no respondió ni afirmativa ni negativamente a esta llamada y originó un morbo hasta ayer, el día señalado para la reunión.
A las once y media de la mañana -estaban citados a las once- un microbús dejó en la puerta del Hotel Barajas a Puyol, De la Peña, Iniesta, Víctor Valdés... y Oleguer. Allí estaba el morbo. El defensa no había rechazado la invitación de la selección española y acudía como uno más. Fue la comidilla entre la prensa, porque unos entendían la visita como una bajada de pantalones del jugador y otros apuntaban a la fórmula de la cortesía porque sabe que no irá al Mundial.
Accedió al «hall» pegadito a Puyol, con la mirada perdida y sin hacer caso ni a las cámaras de televisión ni a los micrófonos. Fueron unos segundos interminables hasta que se encontró con Luis Aragonés en el mostrador de la recepción. El técnico le recibió como a uno más. Una carantoña, un cachete y una breve charla aderezada con una sonrisa de complicidad.
Después no hizo declaraciones a la prensa y subió a la habitación. Allí, los utilleros de la selección le habían dejado el chándal y la camiseta roja de España. Fue un momento casi histórico, por todo lo que se había hablado o comentado con mayor o menos fundamento, contemplar a Oleguer embutido en esa camiseta, con tanta connotación social y política para muchos.
Oleguer fue un español más entre los 28 internacionales que viajaron a Madrid -faltaron los jugadores del Liverpool por su compromiso en el Mundialito de Clubes y Del Horno, que perdió el avión en Londres-. Participó en el aperitivo y en la comida con absoluta normalidad. Se marchó como llegó, mudo.
Luego, Aragonés señaló que «yo no pregunto a los jugadores por su condición religiosa o vinculación política o si es independentista. No pregunto nada. Sólo miro en la Federación las fichas que hay de jugadores seleccionables. He hablado con Oleguer de compromiso en el plano individual y en el colectivo. Y nunca ha dicho nada en contra de la roja. He conocido a jugadores que han defendido los colores de tres selecciones y en todas estaban muy comprometidos. Creo que el caso de Oleguer ya está finiquitado».
La defensa de Luis fue numantina, aunque le hubiese gustado que el jugador hablase con la prensa para expresar su deseo de jugar el Mundial y de paso desmontar cualquier teoría malintencionada. No lo hizo y se mantiene el morbo.
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