El posible regreso de Ibrahimovic a la selección divide a Suecia

Mucho se había especulado sobre la posibilidad de que Zlatan Ibrahimovic reculara y decidiera volver con su combinado nacional para jugar el Mundial . Tras aterrizar en Los Ángeles por todo lo alto y demostrar el fútbol que todavía tiene en sus botas, el delantero ha comenzado su propia campaña para ir a Rusia . Sus redes sociales le han servido como altavoz para presentar formalmente su candidatura: «Mis posibilidades de estar en el Mundial son altísimas». Sin embargo, existen varios «peros» en la vuelta del que posiblemente sea el mejor jugador del país.

La resaca de la «era Ibrahimovic» se antojaba dura para Suecia. El «gigante» sueco, 116 veces internacional y máximo goleador con 62 tantos , abandonó un combinado del que era el mayor estandarte. Sin él, lejos de lo esperado, Suecia no se ha hundido, sino que ha conseguido volver a un Mundial tras perderse las dos últimas ediciones. La plantilla de Janne Andersson ha logrado lo que el equipo con Zlatan Ibrahimovic no consiguió en las clasificaciones anteriores. Suecia volverá a disputar un Mundial dos ediciones después. En el país existe un debate, ¿es justo que Ibrahimovic juegue un Mundial que no ha ayudado a conseguir?

Janne Andersson ha logrado llenar el vació que dejó la marcha de Zlatan Ibrahimovic. Jugadores como Forsberg, Olsen, Lustig, Lindelöf, Granqvist, Augustinsson, Claesson, Larsson, Johansson, Forsberg, Berg y Toivonen , si bien no tienen el nivel del 'gigante', han logrado armar un equipo competitivo. Italia fue la víctima que sucumbió a este combinado, que privó a Buffon del que habría sido el último Mundial de su carrera. Pese a que el seleccionador ha evitado pronunciarse al respecto, parece poco probable que pueda no convocar a un jugador como Zlatan Ibrahimovic dada su calidad y su relevancia en el país.

Si finalmente Zlatan Ibrahimovic y Janne Andersson llegaran a un acuerdo para que el delantero volviera a enfundarse la camiseta de Suecia para el Mundial, habría que sortear un curioso impedimento. La reglamentación de la FIFA impide que un futbolista que esté ligado a una casa de apuestas pueda participar en sus competiciones. Zlatan Ibrahimovic es, ahora mismo, uno de las figuras vinculadas a la empresa de apuestas 'Bethard ' . Sin embargo, el 'gigante', cuando fue preguntado sobre este asunto, se mostró tajante y retador: «La FIFA no puede detenerme. Si quiero jugar allí, allí estaré». La última palabra, eso sí, corresponde al máximo organismo del fútbol, pero a decir verdad, parece poco probable que el veto llegara a producirse.

Las voces en Suecia que se han pronunciado al respecto no han sido unánimes. Janne Andersson ha echado balones fuera cuando ha sido preguntado últimamente, si bien también se ha encargado de abrirle la puerta en otras ocasiones anteriores. El secretario general de la Federación Sueca de Fútbol, Hakan Sjostrand , sí que se mostró partidario de la vuelta del delantero. Pese a que comenzó diciendo que era una cuestión entre el jugador y el entrenador, aseguró que su retorno sería bueno: «Pienso que un Zlatan fresco y motivado añadiría algo a todos los niveles» , afirmó. Otro sector dividido es el de la afición . Convertido en un ídolo desde su irrupción, son muchos los que consideran que el retorno del jugador no sería apropiado. Una encuesta realizada por el periódico sueco 'Sport Bladet' determinó que más de 65.000 internautas de los 100.000 que participaron votaron en contra de su regreso.

El balance de Zlatan Ibrahimovic en los dos Mundiales que ha disputado es bastante negativo. En 2002 , Suecia cayó en octavos de final frente a Senegal , mientras que cuatro años más tarde fue Alemania quien les eliminó en la misma ronda. Particularmente, el delantero ha jugado cinco partidos mundialistas, acumulando un total de 253 minutos , en los que no logró ver puerta ni dar una asistencia. No obstante, la juventud no era su mejor aliado entonces y, de jugar finalmente en Rusia, llegaría con una mayor experiencia y un mejor bagaje deportivo. Todo está por ver.