Mourinho: solo 48 horas para tapar seis vías de agua

Por lo que se vio ante el Bayern, e incluso antes porque son problemas de antaño, el Madrid tendrá que tapar algunas lagunas. Son estas:

Arbeloa , que era un buen remedio para el lateral derecho, ya no lo es. Desde la lesión no ha vuelto a ser el mismo, está fuera de los partidos, superado en casi todos los uno contra uno y sin apenas proyección ofensiva. El problema es que tampoco es una garantía defensiva. En el otro costado, las soluciones son malas. Coentrao se ve como un defensa más táctico que Marcelo , por lo que debería tapar mejor su costado aun a costa de ser menos profundo en ataque. Sin embargo, sus últimas actuaciones, entrando uno de cada tres partidos, sin continuidad, le ha creado tal estado de ansiedad que rinde la mitad de lo debido. La continua presión de los medios de comunicación, que le atosigan, le ha creado tal inseguridad que aún es menos fiable. Marcelo produce mucho en ataque, pero es un coladero en defensa. Lo que te da arriba te lo resta atrás, y eso ante un equipo como el Barcelona, con Alves entrando como un estilete, puede ser mortal.

Al finalizar el partido de Alemania, el rumor era constante: Lass podría ser lateral derecho ante el Barcelona e incluso volver a la medular para conformar un trivote, pero sería titular en cualquier caso. Pero con Lass hay un problema: a Mou le encanta y le parece imprescindible para el equipo. Sin embargo, se dice que el vestuario no le puede ni ver. Se trata de un jugador que va a su bola, apenas se compromete con el equipo y en un rato libre que tuvo la semana pasada se fue a Turquía para hablar con el presidente del Fenerbahce y pedirle seis millones de euros. Su ego es enorme y se rumorea que es el único jugador que ha entrado en el despacho de Mou y le ha cantado las cuarenta a grito pelado. El entrenador no sabe qué hacer con él. Le gusta pero ponerle le crearia aún más problemas en el vestuario.

Está tieso, pero tieso como la mojama. Mou no le ha permitido descanso en toda la temporada y con tal escasa previsión, el faro del Madrid ha llegado al tramo decisivo de la temporada sin baterías. Sahin no está para aguantar este ritmo de partidos decisivos y Mou no quiere poner a Granero . Así que es un problema insoluble. Los dos partidos de descanso que le ha dado han resultado insuficientes porque desde que el técnico le ha quitado a Granero de en medio para ponerle a Khedira , el doble pivote tiene menos balón y ha de correr tres veces más, por lo que su desgaste es mayor, mucho más cuando ahora siempre le colocan un perro de presa y en Khedira no encuentra desahogo.

Si sigue poniéndole en el costado en vez de colocarle en su sitio, el equipo seguirá atorado. Si al menos sacara a Kaká para acompañarle, el grupo encontraría talento en el medio para organizar la ofensiva. Si mete a Di María en el medio, el argentino conduce mucho y toca poco, por lo que el ataque se atasca, además de perder a Ozil, que se oscurece en la banda.

Sigue siendo un problema. Todo lo que tiene de poder el Madrid en el ataque aéreo lo tiene de problemático en defensa. Falta de concentración, cansancio, mala colocación. Pero el equipo se las traga todas.

Hace lo que se le pide, pero con él no se va a ningún lado. Es un trotón de galope cansino y torpe. Rompe mucho pero menos de lo que parece porque cuando está en juego al equipo le siguen creando muchas ocasiones de gol. Luego con él no se defiende mejor. Se defiende mejor teniendo el balón, y con él en lugar de Granero el equipo lo tiene menos, tiene que correr más, se cansa el doble y crea menos fútbol, atascando todo el circuito.

Eso es competencia de Mourinho, que no para de enviar mensajes defensivos al equipo en cada cambio y en cada alineación. Eso tiene mal remedio y se nota en los partidos ante equipos de entidad: de los seis partidos importantes jugados (cinco ante el Barcelona y uno frente al Bayern) solo dos empates, el resto derrotas y ni una victoria. La única vez que el equipo dio excelentes sensaciones fue ante el Barcelona en el partido de vuelta (2-2), cuando sacó a todos los jugones juntos . Pero es algo que Mou no volverá a hacer. Lo hizo entonces presionado por el Bernabéu y las lesiones, pero no es lo suficientemente valiente para intentarlo de nuevo. Volverá a sacar a los Coentrao, Lass, Khedira y demás... Todo una invitación a que el Barça te meta el cuchillo en el corazón.