Mourinho, manager general, aborda el caso Cristiano con una solución de futuro

Criatiano tiene un contrato de la ley fiscal antigua, la ley Beckham, por el que percibe once millones netos de ficha, que tasados con unos impuestos del 24 por ciento suponen 13,5 millones anuales al Real Madrid. Es un acuerdo que comenzó en 2009 y finaliza en 2015. La nueva ley entró en vigor en 2011. Desde entonces, si se firma un nuevo contrato, los impuestos ascienden al 52 por ciento. Si la casa blanca cambiara ahora mismo el acuerdo con CR7 y le ascendiera la ficha 12 millones, la entidad abonaría 6,1 de impuestos y el coste total sería de 18,1. La diferencia con 13,5 es abismal. Por eso, el Madrid analizaba mantenerle el actual contrato y firmarle uno nuevo, válido a partir de 2015, que duraría entre tres y cinco años con una ficha neta de 14 millones, que al club le supondrían otros 7,1 anuales de impuestos y un total de 21,1.

Es y era la intención del club. Mourinho la conoce. Es el jugador quien debe asimilarla y entenderla. Su explosión pública ha enrarecido el ambiente . El Madrid estudia acometer esa mejora económica y desea negociarla con CR7 y con Mendes en un aura de serenidad y privacidad.