Suscribete a
ABC Premium

Enrique Yunta

Habrá quien no sepa que Michael Robinson (Leicester, 12 de julio de 1958) fue un notable futbolista antes que un excelente comunicador, cuestión de generaciones. En los ochenta, alegraba la vida con sus goles, campeón de Europa con el Liverpool (1984) ... y una especie de héroe en Pamplona, en donde pasó los últimos años de su carrera como delantero defendiendo la camiseta del Osasuna . Ayer, con 61 años, «Robin» murió por culpa de un cáncer incurable (melanoma con metástasis) que no le privó de apurar al máximo una vida que disfrutó hasta el último aliento, genio y figura querido por todos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia