El manual de la Federación obliga a la seguridad a requisar las esteladas

En el apartado 10.1 se relacionan una serie de artículos que no podrán introducirse en el estadio, como armas, botellas, jarras, latas, bengalas, aerosoles, punteros láser, drones o bebidas alcohólicas. Y junto a todos ellos se veta claramente la introducción de "cualquier material insultante, racista, xenófobo, sexista, religioso, político u otros materiales ilegales/prohibidos, incluyendo material discriminatorio de propaganda".

Por si dicho punto no fuera suficiente, en el apartado siguiente, el 10.2, el manual operativo presentado por la Federación relaciona los comportamientos que estarán estrictamente prohibidos en el interior del estadio: "Expresar o difundir mensajes insultantes, racistas, xenófobos, religiosos, políticos o ilegales/prohibidos, especialmente mensajes discriminatorios de propaganda".

De este modo, el manual de la Federación prevé las dos situaciones posibles el próximo domingo: la de que las fuerzas de seguridad detecten el «material político» en los accesos al Vicente Calderón, y en tal caso le será requisada la bandera; y la de que algún espectador logre burlar los controles y exhiba la estelada dentro del estadio, por lo que podrá ser expulsado del recinto y puesto a disposición de la Policía.

El manual de la Federación no hace sino trasponer la doctrina de la UEFA, que ya ha sancionado repetidamente al Barcelona por la exhibición de esteladas tanto en la final de la Liga de Campeones del año pasado celebrada en Berlín como en varios encuentros en el Camp Nou. El organismo que regula el fútbol europeo aplicó al club azulgrana el artículo 16.2 de su código disciplinario que castiga el "uso de gestos, palabras u objetos" que «no tengan relación con el evento deportivo, especialmente mensajes ofensivos o provocativos de naturaleza polítca, ideológica o religiosa».

La Federación Española como organizadora del evento ha tomado la misma decisión que, por ejemplo, adoptó el Real Madrid en el partido de ida del campeonato de Liga que disputó al Barcelona en el Bernabéu el pasado 21 de noviembre. En aquel caso, el club blanco también se apoyó, como se hace ahora, en la Ley contra la Violencia en el Deporte que se aprobó en 2007 durante la primera legislatura del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Son varios los apartados de dicha norma en los que se hace alusión a la prohibición de exhibir determinados símbolos y banderas tanto en el estadio como en los aledaños cuando se considere que pueden incitar a la violencia. La primera referencia figura en el mismo título preliminar de la ley, en el artículo 2, en el que se recogen los «actos o conductas violentas o que incitan a la violencia en el deporte».

En su apartado 1.b) especifica «la exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos».

En el Capítulo II de la misma ley se explican la «obligaciones de las personas espectadoras y asistentes a las competiciones y espectáculos deportivos», y en el artículo 6 se detallan las «condiciones de acceso al recinto», según las cuales, «queda prohibido introducir, exhibir o elaborar pancartas, banderas, símbolos u otras señales con mensajes que inciten a la violencia».

El artículo 7 establece las «condiciones de permanencia en el recinto», y entre ellas incluye «no exhibir pancartas, banderas, símbolos u otras señales que inciten a la violencia».

El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que la decisión de prohibir las esteladas en la final de la Copa del Rey no es una competencia suya , sino de las normas de la Federación Española de Fútbol y de la UEFA. El jefe del Ejecutivo recalcó que se trata de una decisión adoptada por quienes deben velar por la seguridad en un partido de estas características.