El Málaga, víctima de sus errores

El Málaga se adelantó a los 34 minutos con una pena máxima transformada por Adrián González, aunque en la segunda mitad el brasileño Marcos André igualó tras un error del meta marroquí Munir Mohand y el albanés Armando Sadiku hizo el 2-1 antes de que Martín Merquelanz aprovechara un penalti absurdo del lateral Juan Carlos Pérez 'Juankar' para marcar el definitivo 2-2.

El choque arrancó con varios acercamientos al área visitante del equipo entrenado por Sergio Pellicer, que sigue invicto en su tercer encuentro en el banquillo malaguista -un triunfo y dos empates-, como un disparo del centrocampista Adrián, novedad en el once titular, que desvió un defensa a córner.

Sin embargo, el Mirandés, que necesitó unos minutos iniciales para asentarse en el campo, empezó a triangular y a acercarse con peligro a la portería malaguista minimizando al Málaga, con problemas para construir.

La mejor ocasión la tuvo el delantero local Armando Sadiku, en el minuto 25, al rematar un centro del lateral derecho Cifu que desvió el portero Limones, y volvió a disponer de otra acción de peligro tras un pase del centrocampista Hicham, pero el albanés no acertó.

El Málaga creaba peligro, pero estaba torpón, hasta que llegó la jugada clave, un centro por la derecha al punto de penalti en el que el defensa del Mirandés Carlos Julio trabó al central local Diego González cuando iba a rematar. La pena máxima la lanzó Adrián, que logró el 1-0 tras engañar a Limones a once minutos del descanso.

El Málaga jugó sus mejores minutos a partir del gol, aunque las imprecisiones dejaron el marcador con esa mínima victoria parcial al descanso.

El equipo malagueño tenía controlado el partido, a pesar de los intentos del Mirandés, que se estiró algo más en la segunda parte, pero no creaba peligro.

Y llegó la jugada desgraciada para el guardameta Munir, que erró tras la cesión de un compañero dentro del área pequeña y el delantero Marcos André le arrebató el balón para marcar el empate a uno en el minuto 54.

Al Málaga le costó asimilar ese fallo y sus consecuencias, y lo pasó mal durante muchos instantes del partido, aunque 11 minutos después, en el 65, Sadiku lo arregló al rematar un centro por la derecha de Hicham, de una forma inverosímil, y volver a poner por delante a los malaguistas.

El Mirandés no acusó el golpe y aprovechó una ingenuidad del defensa Juankar, que cometió un penalti absurdo sobre Álvaro Rey que anotó Merquelanz a once minutos para la conclusión. El equipo burgalés, más astuto que el Málaga y al que no le afectó el esfuerzo del jueves cuando eliminó al Celta de la Copa, buscó incluso el triunfo al final de un choque en el que los malagueños dejaron escapar la victoria.