Las mafias usan «pisos pateras» para los amaños de partidos

Los jugadores del Valladolid viven en el centro, Paseo de Zorrilla, o en las urbanizaciones cerca de Boecillo, con sus familias. En las categorías inferiores el modo de obrar busca fórmulas menos sofisticadas. Las mafias agrupan a los potenciales futbolistas corrompibles ( centrales, laterales, porteros del mismo equipo ) en «pisos patera» o en el mismo edificio para que la comisión del delito de amaño sea más factible dada la proximidad.

El mismo hilo

Las fuentes consultadas por ABC consideran que no hay ninguna diferencia entre la corruptela que se ha extendido en la Segunda B y la Tercera división y el explosivo caso de amaños en el Huesca-Nástic y el Valladolid-Valencia que derivó en la detención de Raúl Bravo, Carlos Aranda, Íñigo López, Borja Fernández, Agustín Lasaosa y Juan Carlos Galindo.

Hay alguna diferencia derivada de las posibilidades económicas. Los «pisos patera» son habituales en las categorías inferiores: todos los defensas y el portero del equipo juntos en la misma vivienda o el mismo portal. «Cuando intentan un amaño, las mafias nunca saben a quién se puede corromper y a quién no », argumentan. El hampa estudia las necesidades personales de cada futbolista para atacarle por su flanco más débil: pueden ser situaciones sentimentales, financieras o familiares.

Otra práctica es la de mezclar los contratos futuros con los amaños de partidos para ganar dinero con las apuestas. A más de jugador se le ha «comprado» con un contrato de larga duración a cambio de hacer la vista gorda en un encuentro arreglado.

Una de las singularidades de la operación Oikos es la presencia de un broker , a quien han detectado los investigadores como canal de acción de las entradas de salida y dinero. Según las fuentes consultadas por ABC, este intermediario será la clave para blanquear el dinero en metálico de la red internacional que habría captado a Raúl Bravo y Carlos Aranda como cabecillas. Los billetes en efectivo habrían viajado desde España a Italia por carretera, hasta Milán, primer punto de contacto de la trama. Y de ahí, el dinero se desplaza hasta los puntos de Asia receptores. Según conoció este periódico, los destinos habituales fueron China, la India y los Emiratos Árabes.

El amaño de partidos, una peligrosa lacra para el fútbol modesto, ha puesto en guardia tanto a la Liga como a la Federación Española. La vigilancia se ha reforzado en las categorías inferiores y en febrero del pasado año, tras una denuncia trasladada por la Fiscalía de Badajoz, las Fuerzas de Seguridad, en el marco de la operación Pizarro, detuvieron a 31 personas acusadas de forzar el arreglo de encuentros de Segunda división B y Tercera. Solo unos meses después y en una segunda fase de este mismo caso, se registraron 21 arrestos más , entre ellos el de varios futbolistas, tres jugadoras de la Primera división femenina y un árbitro.

La amenaza sigue. Durante la presente temporada, la Liga ha presentado nueve denuncias ante la Comisaría General de Policía Judicial por hechos relacionados con apuestas ilegales en el fútbol no profesional que están siendo ahora investigadas.