Este Madrid tiene un Ángel

La plantilla le denomina «Fideo» y «Flaco» por esa delgadez que le permite correr fuera de los límites permitidos de la velocidad . Cuando el Gobierno rebajó la velocidad máxima a 110, sus compañeros le decían: «Estarás enfadado». Se volvió a aumentar el límite a 120 para que Ángel corriera a gusto, comentan sus amigos. Su juego al límite de la física aporta esa sexta marcha que marca la diferencia del conjunto blanco en los enfrentamientos complicados.

Desde niño siempre fue hiperactivo. Los médicos aconsejaron a su madre que le obligara a realizar deporte, para desgastarle y que les dejara dormir. Eligió el fútbol. Jugó en el Torito, el equipo del barrio de La Perdriel, allá en su Rosario querido. Hoy es el culpable del ritmo infernal que impone el contragolpe madridista .

Sufría el Madrid sin Xabi Alonso y el interior argentino acabó con la alta tensión. Ozil, Khedira y Lass no encontraban la manera de penetrar la defensa local . Mourinho ordenó a Cristiano y a Di María que cambiaran sus posiciones en las bandas. Damián Suárez se despistó al perder de vista a Ronaldo. El portugués comenzó a hacer daño por la derecha. Ese era el engaño. Di María, Higuaín y Marcelo hicieron un boquete por la izquierda. Y el «Fideo» se comió a Damián . Robó un balón al uruguayo, se internó al borde de la línea de fondo y cuando Juan Pablo esperaba el pase de la muerte, Di María le mató con un tiro con el exterior del borceguí que congeló El Molinón.

La ventaja dio el respiro definitivo a las huestes de Mourinho, A partir del 0-1 combinaron el dominio del partido con el contraataque. Di María era el alma de esta segunda faceta. Avisó con una incursión que finalizó en un disparo desviado. Y sentenció el triunfo con un centro en profundidad que Cristiano aprovechó para fusilar a Juan Pablo después de desbordarle. Era el gol número diecisiete de CR. La novena asistencia mortal del «pibe de La Perdriel». Es el Ángel del equipo en los momentos difíciles. «El Fideo» está hecho de otra pasta.

Di María solucionó una de las salidas más duras del Real Madrid y Mourinho le sustituyó. Su entrega al borde de lo imposible da miedo. El técnico le ampara. Primaba reservarle . El clásico será su próxima batalla.

Kaká desea jugar también frente al Barcelona. Reapareció en Gijón un mes después de su lesión en el sóleo. El técnico le dará noventa minutos en Amsterdam, el miércoles, con el fin de adquirir ritmo. Será un arma para el segundo tiempo del clásico.