Un Madrid para recuperar la ilusión

25/08/2009 a las 13:07h.

Obligado por las circunstancias, deprimido el entorno madridista como lo ha estado en los últimos tiempos por una crisis institucional sonrojante, Florentino Pérez ha sacado el talonario para fabricar una nueva galaxia que tiene la complicada misión de anular al mejor Barça de todos los ... tiempos. Más de 250 millones de inversión para recuperar el tiempo perdido y un prestigio europeo que se esfumó con la Novena, de eso hace ya demasiados años.

Todo en el Madrid es ilusión, que combina inevitablemente con un sentimiento de incerteza ya que nadie tiene claro cuánto tiempo necesitarán los nuevos astros en congeniar. La traumática salida de Ramón Calderón precipitó los acontecimientos y facilitó el plácido aterrizaje de Florentino Pérez en la poltrona del Santiago Bernabéu, la misma que abandonó en 2006 después de tres años de sequía. Le devoró la perversión de la Galaxia 1.0 y promete haber aprendido de ese error.

El proyecto faraónico de Florentino tiene a Manuel Pellegrini como granjero de un corral repleto de gallos. El chileno, avalado por unos notables años de fútbol en el Villarreal, debe implantar su sistema sin titubeos y gobernar con destreza un vestuario en donde los nombres obligan a jugar casi por contrato.

Es más joven este Madrid, que incorpora ocho caras nuevas. Más joven y también más talentoso con la llegada de los mejores peloteros del planeta. Kaká (65 millones), Cristiano Ronaldo (96) y Karim Benzemá (35) se presentan como las estrellas de un conjunto que se ha reforzado con actores secundarios de nivel, evitando la descompensación de la anterior etapa de Florentino.

Españolización

Un brasileño, un portugués y un francés que se plantan en un Madrid que se españoliza con Arbeloa, Albiol, Granero y Xabi Alonso, el último en llegar y una de las piezas más importantes para que el equipo mantenga el equilibrio. Segura la portería con Casillas, apuntalada la zaga -también se queda Ezequiel Garay-, reforzada la medular y sobrada de clase en la línea ofensiva, este Madrid está obligado a luchar por todo. Y en el horizonte, la Champions League, el trofeo por excelencia con el que anda reñido el club -cinco años sin pasar la barrera de octavos- y que este año motiva más que nunca ya que el Santiago Bernabéu será, el próximo sábado 22 de mayo, la sede de la gran final.

A la espera de que se termine la convulsa «operación salida», llega aire fresco para un equipo que sigue contando con Raúl como alma del equipo, siendo su titularidad el eterno debate. El capitán, a priori, tendrá que asumir la suplencia en más de una ocasión .