John Terry, un capitán cuestionado en Inglaterra

En un breve comunicado el pasado domingo, en la víspera del primer día de comparecencia ante la comisión disciplinaria de la FA, el líder del Chelsea culpó a la Federación de haber hecho «insostenible» su situación en la selección inglesa . Acostumbrado a que nadie cuestione su voz de mando sobre un terreno de juego, Terry no ha soportado que su caso vuelva a ser desenterrado.

Menos aún después de que su figura de mariscal sobre el campo quedara restaurada con su actuación en la Eurocopa de 2012. Roy Hodgson confió en él para el torneo continental, dejando incluso fuera a Rio Ferdinand —hermano de Anton— para evitar roces en el vestuario, y el zaguero londinense premió la fidelidad con una muy sólida actuación al frente de la defensa de los «pross».

Aceptó no hacerlo como capitán, rango que perdió el pasado mes de febrero. La Federación le despojó del brazalete «hasta que las acusaciones de racismo quedaran resueltas», decisión que motivó el adiós de Fabio Capello . Terry tragó orgullo y esperó al juicio de este verano, pero ni una sentencia de Westminster ha privado a la FA de reavivar el caso.

El de Anton Ferdinand no era el primer escándalo que costaba a John Terry la capitanía. En 2010, a raíz de su relación con la exnovia de su compañero Wayne Bridge , también perdió el puesto durante 13 meses. De ser éste su adiós definitivo a la selección de Inglaterra, el defensa londinense pondría fin a una era que comenzó en junio de 2003 y que le ha permitido vestir la camiseta de los «pross» en 78 ocasiones.