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Cortita y al pie

Luis Enrique y el estado de forma

Hughes

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No empezó nada bien España. Los interiores, protagonistas del partido anterior, estaban tapados. Adiós a la efervescencia de Carlos Soler; en cuanto a la de Llorente, la testarudez ya mitológica de Luis Enrique lo devolvió al lateral. España dependía del escalonamiento Koke-Busquets, que dicho ... así suena a algo, pero en la realidad visual era como el cambio de guardia de dos caracoles. España parecía un código QR que no termina de cogerse y Kosovo inquietaba a una defensa tan blanda y ‘tocatriz’ que parece un emblema de la nueva masculinidad.

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