BARCELONA
Guardiola, mejor antes de tiempo
El entrenador del Barcelona, que se puede despedir a lo grande, prefiere irse y buscar los estímulos perdidos después de tanto éxito
E. YUNTA
En sus reflexiones, más allá del «me siento vacío» para justificar una decisión que dejó hundido al barcelonismo, Pep Guardiola lanzó un mensaje impropio en el fútbol , consciente de que el resultado dictamina el que un técnico siga o no: «En el ... Barça te tiran a la calle tarde o temprano, yo he podido elegir», proclamó orgulloso, liberado después de cuatro años expuesto a una presión máxima. Guardiola prefiere irse antes de que la situación le consuma .
A partir de ahí, se eterniza una tertulia sin que encuentre puntos comunes porque el fútbol se entiende desde la pasión y más ante situaciones tan emotivas como este adiós. Habrá quien piense que Guardiola ha dejado al Barcelona en un mal momento, justo después de encadenar dos decepciones tremendas con la derrota en el clásico contra el Real Madrid y la eliminación europea contra el Chelsea. Habrá quien piense todo lo contrario, que la decisión ya estaba tomada mucho antes y que se va en un ejercicio de responsabilidad poco común , precavido por lo que pueda ser después de haber ganado tanto.
Guardiola no se va en la derrota . De hecho, le queda la final de Copa del Rey del 25 de mayo, por lo que tiene la oportunidad de acabar su ciclo con otro trofeo . Sería el número 14 sobre 19 posibles desde que aceptó los mandos de la nave en aquel tortuoso verano de 2008 que se llevó por delante a Frank Rijkaard y difuminó la sonrisa de Ronaldinho. Desde el principio, quiso dar un vuelco y enterró la inercia de la autocomplacencia con un manual inimitable, más valoradas sus formas que los éxitos. Ese es el verdadero triunfo del técnico, que ha patentado un equipo para la eternidad. El Barça de Guardiola, como otros ilustres conjuntos, no morirá nunca .
¿Por qué se va si ese equipo todavía está vivo? El protagonista lo explica de forma sencilla, tanto que cuesta entenderlo: «Me siento vacío y necesito llenarme», dijo sin titubeos, ensalzado por el voluble entorno azulgrana y seguramente el entrenador con más odas y alabanzas de todo los tiempos. A partir de ahí, cientos de chascarrillos sin demostrar. Que si se llevaba mal con parte del vestuario, que si la directiva no le cuidaba, que si...
Toma la salida por la puerta grande, lo contrario a cuando se fue como jugador
Guardiola toma la salida del Camp Nou por la puerta grande , justo todo lo contrario a cuando se fue como jugador. No se repite esta vez y él mismo lo agradece porque no recuerda con gusto ese capítulo, desagradable para el barcelonismo. Ahora cierra el chiringuito con el estómago lleno .
¿Tanto cansan cuatro años en la élite? Guardiola dice que son una barbaridad y más en este fútbol que te regala un partido cada tres días. Sin embargo, es la primera etapa de Guardiola en un banquillo de nivel porque hasta entonces se había fogueado en el filial por los campos de Tercera, en donde se palpa el fútbol de verdad. De ahí que sorprenda y más si te toma como muestra otros grandes de la pizarra. Alex Ferguson, sin ir más lejos, lleva media vida en el Manchester United y casi siempre gana . Y hasta José Mourinho, su archienemigo, acumula temporadas en el escaparate.
La parroquia se pregunta hasta dónde podía haber llegado Guardiola con este Barça , que maravilla cuando se pone a jugar como sabe. Hay, sin embargo, una verdad indemostrable que dice que el ciclo de un equipo no va más allá de los cuatro años, máximo un lustro. En todo este tiempo, Guardiola lo ha ganado todo, absolutamente todo, y puede que se ese vacío del que hable se deba a la falta de estímulos . El caso es que se toma este tiempo para buscarlos, para volver a ser tan grande.
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