Fútbol
Guadalupe Porras, la árbitra que derriba muros: «Cada mala experiencia me dio más energía para seguir»
Fue la primera mujer española en llegar a la élite del fútbol, en 2019, y ahora, con solo 33 años, ha arbitrado como asistente en la Europa League
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa pasada semana, el arbitraje español dio un paso de gigante entre la élite del fútbol, y lo hizo con nombre de mujer. Guadalupe Porras (Madrid, 1987) ejerció de asistente en el partido de Europa League entre el LASK Linz y el ... Ludogorets, convirtiéndose en la primera árbitra española en ejercer su profesión en una competición masculina continental. Lo hizo con solo 33 años, pero es que con 31 ya rompió otra barrera al llegar a Primera. Una carrera meteórica fundamentada en unas cualidades sobresalientes que le han llevado a hacer historia en el arbitraje.
«Está en el top ten en España, sin duda. Físicamente es muy rápida y su porcentaje de acierto es muy alto. Si ha llegado a donde ha llegado es por sus méritos. Y tiene mucho margen de mejora. Es muy buena», explican a ABC desde el Comité Técnico de Árbitros. Tanto que el colegiado catalán Estrada Fernández , que esta temporada se quedó sin uno de sus dos asistentes habituales por motivos de jubilación, la eligió para cubrir ese hueco: «Le estoy muy agradecido por la confianza depositada. Nunca pensé que mi carrera arbitral pudiera haber llegado tan lejos. Nunca olvidaré ese partido», confiesa Porras.
Guadalupe atiende a ABC por videollamada. Desde la calma y la tranquilidad de su casa de Badajoz , a donde se trasladó con ocho años desde Madrid, habla de su pasión por el fútbol, primero, y por el arbitraje, después. Dos mundos de absoluta mayoría masculina en los cuales ella ha saltado todas las vallas que le han puesto por delante: «Yo empecé a jugar al fútbol desde muy pequeña, tanto con los compañeros en el colegio como con los vecinos en la calle. Lo que pasa que en esa época, primeros de los noventa, en los Salesianos de Madrid no estaba muy bien visto que una chica jugara al fútbol con chicos. Mi madre sufría mucho, hasta el punto de intentar convencerme para que fuera atleta, pero yo me saltaba los entrenamientos de atletismo para ir a jugar al fútbol. Lo tenía muy claro».
Futbolista en Primera
Hija de militar, a los ocho años se vino a vivir a Badajoz, a la que considera su tierra, y allí sí tuvo más facilidades para jugar al fútbol. Lo llegó a hacer hasta en tres equipos diferentes a la vez hasta que le fichó el Puebla , el humilde equipo de Puebla de la Calzada, un municipio pacense de solo 6.000 habitantes que llegó a ganar la Liga a finales de los noventa. Primero jugó con el filial y luego saltó al primer equipo. Lo hizo como delantera y con apenas 16 años: «Jugué en la Superliga, lo que hoy es la Primera Iberdrola, y también en la selección extremeña, pero a los 19 me fui a hacer la instrucción militar y tuve que abandonar el equipo. No era compatible. Maté el gusanillo con el club Llanos de Olivenza, que entonces jugaba en Segunda . Fue entonces cuando tuve que tomar una decisión importante».
Guadalupe se refiere a elegir entre volver a intentarlo en el fútbol o centrarse en el arbitraje. A la vez que era jugadora, la extremeña se introdujo en el gremio arbitral gracias a un amigo de su tío, que también era colegiado y le convenció para probarlo. Regional, Preferente y, de repente, Tercera : «Sentía que ser futbolista ya me había colmado, que había cumplido todos mis sueños. Me veía más camino en el arbitraje, y en Tercera pedí el cambio de colegiado a asistente, que también me atraía más. Tuve dudas, claro, porque yo era pequeña. Solo tenía 20 años y no sabía si hacía lo correcto». Pero sí, lo hizo.
Una temporada en Tercera, ocho en Segunda B, dos en Segunda, desde 2019 en Primera y desde esta temporada internacional, algo que ya era en el fútbol femenino desde 2014. Una carrera brillante con un doble apoyo incondicional, el de sus padres: «Siempre han estado a mi lado y me han apoyado, pero también es verdad que han venido relativamente poco a verme jugar, y también a arbitrar. Yo sentía que ir sola al campo me hacía soltarme y desenvolverme más. Sabía que mis padres sufrían y yo sufría por ellos. Por eso prefería ir sola».
Guadalupe se acerca a un tema muy sensible. El machismo en el fútbol. Ella lo ha sufrido, por supuesto, pero mira el vaso medio lleno y huye de los lamentos: «Claro que he sufrido episodios feos y agresivos, como los chicos que son árbitros. Lo que sí es cierto es que en su caso se les juzga por su valía y en el nuestro, en muchas ocasiones, por nuestro género. Pero soy positiva. Esto va a ir desapareciendo conforme pase el tiempo. Hay que naturalizar la presencia y el papel de la mujer en el fútbol. En mi caso, yo he sido siempre muy valiente, y cada mala experiencia me daba más energía para seguir en este mundo. Cuanto te apasiona tanto algo, nunca piensas en dejarlo».
Eso mismo le sucedió el 21 de abril de 2018 en el Heliodoro Rodríguez, cuando recibió un monedazo desde la grada en un Tenerife-Huesca: «Fue un momento desagradable porque no esperas recibir un monedazo, y menos en una categoría como Segunda, pero esos momentos difíciles se transforman en ganas de seguir arbitrando. La moneda no me la tiraron por ser mujer, sino por ser árbitro. Eso también lo tengo claro y quiero subrayarlo. Es un episodio que está olvidado».
La extremeña elogia en esta lucha contra el machismo en el fútbol a la Federación y al Comité Técnico de Árbitros : «Es primordial que desde todos los ámbitos de la sociedad se luche por alcanzar cuanto antes la normalidad de la que he hablado. La FEF y el CTA están ayudando a ello y su apoyo es clave. Será todo más sencillo dentro de unos años. Estoy convencida».
Gran aumento de árbitras
En España, el número de árbitras se ha multiplicado por veinte en este siglo XXI, pero el mayor crecimiento se ha producido en los últimos cinco años. Actualmente, hay más de 700 árbitras en España, el doble que en 2015. Los datos cogen mayor vuelo en el fútbol profesional. En el año 200 había una árbitra en Segunda B y tres en Tercera. Actualmente, hay una asistente en Primera -Guadalupe-, dos asistentes en Segunda, una árbitra principal y ocho asistentes en Segunda , y diez en Tercera. A ello, se le suman las 22 árbitras y 22 asistentes de la Liga Iberdrola, cifra que contrasta con el año 2013, cuando todos los árbitros y asistentes de la Primera femenina eran hombres.
La brecha salarial entre hombres y mujeres es también otro caballo de debate. Es latente entre el fútbol masculino y el femenino , pero ella recalca que cobra lo mismo que cualquiera de sus compañeros de gremio: «A mí me pagan exactamente igual que a cualquier otro árbitro asistente de Primera, y en Europa sucede lo mismo. No hay diferencia salarial por género en el arbitraje del fútbol masculino».
Guadalupe ha derribado tabúes y muros impensables hasta hace muy poco tiempo, y su deseo sería que detrás de ella vinieran muchas más: «Animo a las mujeres que quieran ser árbitras a que insistan en ello. Creces como persona y vives experiencias muy bonitas. Hay que pelear en la vida por lo que más te apasiona».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete