LIGA BBVA
Atlético de Madrid, un cuarto de siglo en manos de la familia Gil
El 26 de junio de 1987, Jesús Gil y Gil ganaba las elecciones y 25 años después su hijo Miguel Ángel controla el club. Un periodo de luces y sombras
J. A. M.
El 26 de junio de 1987, Jesús Gil y Gil ganaba las últimas elecciones que ha conocido el Atlético de Madrid y tomaba el mando del club. Convertido ahora en sociedad anónima y con su hijo Miguel Ángel como máximo accionista, el equipo ... madrileño cumple este martes un cuarto de siglo bajo el paraguas del gilismo, una etapa de profundos contrastes. De tocar el cielo en 1996 con el primer doblete (Liga y Copa) en la historia rojiblanca, a la intervención judicial y el descenso sólo cuatro años después. [Galería: 25 años con los Gil]
Aunque Enrique Sánchez de León aparecía como principal favorito para suceder en el sillón presidencial al fallecido Vicente Calderón, Jesús Gil y Gil se ganó a los socios rojiblancos con el «fichaje» de Paulo Futre, un campeón de Europa. El portugués acababa de levantar el título con el Oporto y le llovían ofertas millonarias, pero la personalidad arrolladora del candidato y los millones que le puso sobre la mesa le convencieron para convetirse en reclamo electoral.
Presentado en una discoteca en la víspera de las elecciones, el delantero luso resultó definitivo para que Jesús Gil y Gil tomara el mando de un club que, 25 años después, está en manos de Miguel Ángel, uno de sus cuatro hijos. Un sucesor mucho más pragmático y alejado del populismo que siempre acompañó a su padre.
Sucesión de entrenadores
El de Futre fue sólo el primero de una interminable lista de jugadores que firmó en los 16 años que se mantuvo en el palco antes de ceder el poder en 2003. Pero ni los fichajes ni los c ontinuos cambios de entrenadores en su mandato, despidió a 27, fueron suficientes para garantizar el éxito y Jesús Gil y Gil tardó cuatro años en levantar su primer título. Desde 1987, el Atlético ha ganado tres Copas del Rey, una Liga y tres títulos europeos: dos Europa League y una Supercopa europea. Conquistas que no han evitado que el rojiblanco haya dejado de ser el tercer club de España en la clasificación histórica de la Liga.
Pero Jesús Gil y Gil es también recordado por sus excesos, y no solo verbales. Empleó términos homófobos para calificar a un árbitro francés tras un partido europeo, utilizó insultos racistas contra Adolfo Valencia, jugador colombiano de su propio equipo, e incluso abofeteó al gerente del Compostela a las puertas de la sede de la LFP. Acciones que deterioraron la imagen del club.
La polémica conversión de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva (1992), la intervención judicial de la entidad (1999) y el descenso a Segunda división (2000) son otras de las sombras del gilismo en el Atlético, que en 2003 cambió de manos. En el año del centenario rojiblanco, Gil y Gil dio un paso atrás y cedió el poder el protagonismo a Enrique Cerezo y su hijo Miguel Ángel, que casi una década después siguen al mando del club.
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