Resolución en Gelsenkirchen

El madrileño marcó el tanto del Schalke y se erigió como el máximo anotador de la historia en las competiciones europeas. Su diana era la que hacía 70 y así supero al mítico delantero alemán «Torpedo» Müller. Para el Valencia el gol vino de la bota de un Soldado que en esta «Champions» ya suma seis. No le faltaron ocasiones a los de Emery, pero la igualada de Raúl hizo daño , quedando la eliminatoria, con las espadas en alto, para la vuelta en Alemania.

El Valencia de la Liga no es el Valencia de la «Champions». En el campeonato doméstico les cuesta demasiado a los blanquinegros entrar en los partidos. Activarse. Arrancar con la intensidad necesaria para competir. Pero la versión europea del conjunto de Emery sí entró ayer con ritmo al envite contra el Schalke. La pureza de la Copa de Europ a estimuló las sensaciones de los futbolistas y del público citado en Mestalla, y eso que hubo un fallo garrafal de organización: el embriagador himno de la «Champions» no sonó.

El primer tiempo fue tremendamente intenso. Ninguno de los equipos cedió tiempo, ni espacio, ni respiros al rival. Pero resolvió mejor el Valencia. Emery tiró un once con un romobo en el centro del campo y dos puntas. Dejó al equipo sin alas. La labor fue para Miguel y Mathieu, quines tuvieron vías de entrada. Precisamente una llegada del lateral francés y su centro acabaron en un remate de «9» de Soldado. El sexto gol del delantero valenciano en la Liga de Campeones. Tino Costa, Topal y el propio Soldado también apretaron a Neuer.

El Schalke tuvo dos claras opciones en el primer acto. Huntelaar no acertó a rematar un balón de gol ante Guaita, quien se estiró como un gato para sacar un remate de Kluge. Raúl no tuvo espacio entre Navarro, Costa y el marcaje de Mestalla.

Las cosas siguieron de cara a los «che» tras el paso por vestuarios, pese a la espesura de Banega y Domínguez. Pero Raúl alargó su leyenda en la primera que tuco clara. Aprovechó un balón en el área para batir a Guaita y pasar a ser el máximo anotador de la historia en competiciones europeas, superando a Torpedo Müller con 70 goles.

El gol desconcertó al Valencia y oxígeno a un Schalke que vivió de balones largos, pues Jurado no entró demasiado en juego. Emery movió fichas y recuperó las alas con Joaquín y Vicente, sacando a Banega y Chori. El planteamiento del rombo volvió a ser nulo. Sólo lo sujetó Topal y un gran Tino Costa. Con todo, dolió el gol de Raúl y el partido fue muriendo con vistas a Gelsenkirchen.