Di María pega y Cristiano noquea

Se enfrentaron dos equipos obsesionados con el fútbol de ataque. Dos estilos que intentar dominar el partido. Dos ideas que buscan la portería como única premisa. Presenciar un Getafe-Real Madrid es un seguro de espectáculo. La otrora denostada estrategia de Mourinho es un sistema que crea una jugada de peligro en cada robo de balón.

No es defensivo, como indicaban sus críticos irredentos hace unos meses. Es otra forma de acosar la portería rival. Y el esquema de Míchel es madridista clásico: mando y construcción ofensiva. Con estos proyectos en los dos bandos, con dos onces opuestos al cerrojo y a las tácticas destructivas, la calidad voló por la hierba del Coliseo. Azules y blancos ofrecieron un partido espléndido. Cada balón controlado era un conato de acción de peligro. Solo la clase marcó las distancias, pues la ambición de ganar fue similar.

El Getafe quiso y no siempre pudo. El Real Madrid quiso y siempre pudo. Unas ocasiones las acierta y otras no, pero siempre las fabrica. Marcó tres tantos y rondó el gol en cada llegada al área. Esa es la máxima virtud del perseguidor del Barcelona. Su respuesta atacante es mortal. En dos pases se planta delante del guardameta enemigo. Anoche, Cristiano, Di María y Ozil fueron los exponentes de una capacidad estratosférica.

El Madrid generó su primera oportunidad a los tres minutos, en una incursión de Cristiano que «Cata» Díaz cortó con una pisotón en los gemelos del portugués que Undiano no observó . Un penalti no señalado que dejó al árbitro preocupado. El segundo sí lo pitó, por orden de un linier. Rafa agarró a Di María. Míchel se enfadó por la pena máxima. El colegiado acertó. Y Cristiano también, con un disparo colocado que Codina adivinó sin poder despejarlo.

El fútbol merengue fue un torbellino de velocidad. Dirigido por la potencia de Di María, el ataque madridista trajo en jaque a la desguarnecida defensa local, que ascendía para ayudar a sus centrocampistas en ese deseo tan angelical de tutear al grande . Y el argentino aprovechó otra sustracción de balón para penetrar por la derecha y enviar un pase medido que Ozil transformó en la segunda diana.

El Getafe nunca se rindió. Un trallazo de un jugador formado en la cantera blanca, Parejo, se encargó de recuperar la emoción en el marcador. Mourinho ha solicitado el regreso del centrocampista al club en julio.

Un error de Codina, en un saque que terminó a los pies de Benzema, acabó con la situación. El francés dio un centro ideal para que Ronaldo sumara su segundo acierto. La ventaja permitió la reaparición de Kaká. Operado el 5 de agosto, será el fichaje de invierno para Mourinho . La expulsión de Arbeloa y el gol de Albín reavivaron la atracción de los puntos. El Madrid no debió sufrir para vencer.