Fría despedida de Van Nistelrooy
Se marcha «Vangol». Uno de los iconos de las últimas Ligas. El último «9» nato. Un clásico del gol. Con 64 dianas en 96 partidos, pone punto y final a sus servicios con la camiseta blanca para jugar en el Hamburgo porque quiere disputar el ... Mundial de Suráfrica y no hay sitio ni minutos en la casa blanca para su puesta a punto.
Cuelga la camiseta con dos Ligas, un Pichichi y el reconocimiento unánime de la mayoría del madridismo. Fue máximo goleador en la campaña 06-07 con 25 tantos y se quedó a uno de ser Bota de Oro.
Lo deja con una hoja de servicios repleta de buenas marcas. Fue el jugador que más puntos dio a su equipo en la campaña de su primera Liga y mejoró la marca de goles fuera del Bernabéu. Se anotó 17 por los 16 de Puskas (62-63) y de Hugo Sánchez (88-89).
Su despedida de ayer fue tan llamativa como fría. Plantó su cuarenta y cinco sin tacos en el centro del campo y se llenó el bolsillo y el corazón con el aplauso de la grada. No hubo tiempo para soltar una lágrima. Se cerró el reconocimiento con la entrega de un trofeo. Punto y final. Ni una pancarta de agradecimiento, una mala costumbre de los socios del Real Madrid.
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