Fran Sol vuelve más fuerte

La imagen tuvo eco en España por cuanto tenía de paradójico, con la situación política en Cataluña alcanzando su punto álgido de cocción. Pero lo que aquí interesa es su motivación: a Fran Sol le bastó una temporada y pico en Holanda para erigirse no solo en ídolo del club de la hinchada del club de Tilsburgo, sino en delantero de referencia en la liga donde los atacantes presiden la mesa.

Sol, formado en las categorías inferiores del Real Madrid , llegó libre al Willem II en 2016 procedente del Villareal ‘B’, donde se desempeñó durante un par de años después de jugar con el Madrid ‘C’ y estar cedido en el Lugo y el Oviedo. Titular indiscutible desde el principio, acumuló 30 partidos y 10 goles en una primera campaña donde el idioma todavía le ponía las cosas cuesta arriba. Se puso a estudiar inglés y coqueteó con el holandés, se asentó con su mujer en la ciudad y, como si hubiera dado los pasos que el destino ya le había marcado, hoy pelea por ser el máximo goleador de la Eredivisie, segundo y a dos tantos del líder, el iraní del AZ Jahanbakhsh .

«Soy consciente de que es un poco más difícil de lo normal porque el Willem II es un equipo que no genera tanto como el PSV, el Ajax o el AZ », admite en conversación telefónica Sol. También admite sentir un poco de ansiedad porque nunca nadie en la historia del club ha conseguido llegar al final de la temporada liderando la tabla de goleadores. «La prioridad es salvarse (están a 6 del descenso). Entonces sí podría ser un objetivo para todos», dice cuando se le pregunta si el vestuario se ha marcado como objetivo surtirle de balones. El madrileño es consciente del escaparate que es la liga holandesa, especialmente para los atacantes, y no esconde su deseo de dar un salto cualitativo, quizás a Inglaterra, destino habitual para los dominadores de la competición que hoy le ocupa.

El 24 de octubre Sol asistió junto a su esposa a hacerse unos chequeos médicos en los que le detectaron un tumor en un testículo . La pareja estaba intentando tener un hijo. En contra del pronóstico inicial, que apuntaba a cáncer, resultó ser benigno y a los dos días se lo extirparon. «Te hace pararte a valorar lo que tienes, donde estás, pensar en el presente y en lo que eres y no en lo que puede pasar», reflexiona el futbolista. Poco después se produjo el cacareado homenaje de las banderas. También una lista interminable de llamadas de excompañeros –«casi todos con los que había jugado»–, incluidos Morata o Carvajal, que por aquel entonces aquejaba una pericarditis.

El día siguiente al diagnóstico, el Willem II tenía un partido de Copa. Sol decidió jugar y anotó el gol de la victoria. Por ahí se empieza a intuir de qué forma respira el emergente punta: «Me gustan los jugadores que vienen de abajo y han terminado siendo estrellas mundiales. Yo he jugado en todas las categorías. El caso de Vardy me sorprende mucho por lo que ha conseguido y cómo lo ha hecho. El trabajo es fundamental». Admite que tras lo sucedido ha aprendido a relativizar sus problemas. ¿También en el fútbol? «Me encantaría poder decir lo contrario, pero sigo yéndome a casa jodido cuando hago un mal partido . Si acaso me recupero antes», remata Sol.