«En los prolegómenos del partido, los tornos del fondo del Liverpool quedaron bloqueados por miles de aficionados que habían comprado entradas falsas que no funcionaban en los máquinas. Esto provocó una acumulación de aficionados que intentaban entrar al recinto. Como resultado, el inicio del partido se retrasó 35 minutos para permitir el acceso del mayor número posible de hinchas con entradas auténticas», argumentó.
«Como el número de personas que se encontraban fuera del estadio seguía aumentando tras el inicio del choque, la policía les dispersó con gas lacrimógeno y les obligó a salir del estadio », agregó sobre la actuación policial en los accesos del Stade de France.
No especifica nada el ente federativo sobre los miles de aficionados que, saltando las vallas o a la carrera, consiguieron colarse en el estadio parisino, poniendo en riesgo las medidas de seguridad de aforo. Tampoco de los numerosos casos de robos en las puertas del recinto, peculiarmente sensibles por ser las entradas en formato digital.
«La UEFA se solidariza con los afectados por estos hechos y revisará urgentemente estos asuntos junto con la policía y las autoridades francesas, así como con la Federación Francesa de Fútbol», concluye la nota oficial.
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