La Federación no impedirá el acceso de esteladas a la final de Copa

«No es el momento para que la Federación tome decisiones tan delicadas y no hay intención de generar ninguna polémica con la final de Copa. Ahora mismo, aquí hay un desgobierno y la prioridad es que se celebren las elecciones cuanto antes para que se vuelva a la normalidad y se pueda dirigir el fútbol español con autoridad», comentaba ayer una fuente de la Federación a este periódico.

Su postura no difiere demasiado de las de las últimas temporadas. Final tras final, la Federación ha dibujado una hoja de ruta con un trazo similar. Primero acude a la reunión de seguridad con la postura de colaborar con las autoridades y luego, a la hora de la verdad, evita cualquier tipo de acción que pueda generarle contratiempos: «Hace dos años, en la final contra el Sevilla celebrada en el Vicente Calderón , la Federación prometió que haría todo lo posible por impedir la entrada de esteladas al estadio. Y ya saben lo que pasó entonces», recuerda la Delegación de Gobierno, que pone el acento en el organismo al ser el organizador del partido: «Nosotros velaremos por la seguridad de todos los aficionados en los aledaños del Metropolitano, pero en los tornos, en las puertas de acceso, quien manda es la seguridad privada que contrata la Federación y son ellos los que tienen la última palabra en cuanto a la entrada o no al campo de esteladas y silbatos».

A primera hora de esta mañana, tendrá lugar la reunión que definirá el dispositivo de seguridad de cara a la final del sábado, partido que será declarado de alto riesgo y en el que se espera una cifra récord de 2.500 efectivos . En dicha reunión, habrá más de cincuenta personas entre responsables de Policía Nacional, Guardia Civil, Delegación de Gobierno, Comisaría General, UIP, Brigada de Información, Seguridad Ciudadana y EMT, además de miembros de seguridad y coordinación del Barcelona, Sevilla y Atlético de Madrid, y de Miguel Ángel Alonso, coordinador de partidos de la Federación. Sobre la mesa, el tema estrella será el de la presencia de esteladas y silbatos para pitar el himno nacional.

«En este tipo de reuniones la Federación adquiere un perfil bajo y se pone a disposición de todo lo que se le recomienda, pero luego sucede lo que sucede», explican desde la Delegación de Gobierno, y le recuerdan a la Federación cómo se trabaja en los partidos de Champions : «La UEFA no se anda con tonterías. Son los equipos anfitriones los responsables de impedir el paso al estadio de símbolos u objetos que generen conflictividad y violencia, y por eso cuando aparecen las bengalas, el castigo es importante»

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido , también ha avisado de lo que les espera a los aficionados que no cumplan con la ley: «El Gobierno tiene el firme compromiso de erradicar la violencia en el deporte. La libertad de expresión hay que defenderla pero en base a ese principio, y también hay que respetar a todos aquellos, que además son mayoría, que respetan unos himnos con todo lo que tiene de simbología. Por eso se aplicará la legislación de Antiviolencia si se falta el respeto a personas o instituciones».

En cuanto a las acciones más relevantes que se pondrán en marcha en el dispositivo que se conocerá hoy, la final de Copa contará con tres anillos de seguridad por los que tendrán que pasar los casi 70.000 aficionados que acudan al Wanda Metropolitano . Además, se prohibirá el acceso de vehículos pesados al entorno del estadio y la apertura de puertas tendrá lugar, como mínimo, dos horas antes del inicio del partido, fijado para las 21.30 horas. Las «Fan Zone» serán instaladas a 1,8 kilómetros del estadio, estando la del Barcelona en el Paseo de Ginebra, al lado de la parada de metro de Las Rosas, y la del Sevilla en el Parque de Canillejas. El consumo de alcohol tendrá una hora límite y no se podrá ver el partido. El objetivo es evitar que la tensión política que vive el país se traslade al ánimo de los aficionados.