ADN familiar de Primera

«Estoy muy feliz por ella, se lo merece, después de tantos partidos con el ’B’ y entrenamientos con el primer equipo. Me alegro mucho por ella y se lo merece por su esfuerzo, es una alegría para mi verla con el primer equipo », aseguró Óscar Mingueza, que, el mismo día debutaba Ariadna, jugaba ante Osasuna. El central, que se ha consolidado en el primer equipo bajo la tutela de Koeman, no pudo ver ese partido del femenino, ya que estaba cumpliendo con la obligada siesta. «Estaba nerviosa e ilusionada porque llevo ya seis años en el Barça y lo que deseas cuando llegas es debutar con el primer equipo . Hacerlo con las mejores jugadoras es lo mejor que me ha podido pasar», desvelaba Ariadna.

Aunque no en el mismo club, también hay varios casos de hermanos que han militado en equipos masculinos y femeninos de primer nivel. Es el caso de los italianos Manolo y Melania Gabiaddini . Si él ha jugado en la Juventus, Sampdoria, Nápoles o Southampton, ella lo ha hecho en el Bérgamo y el Verona, además de participar en cuatro Eurocopas con Italia. O los hermanos Torrejón . Marc vistió la camiseta del Espanyol, del Racing y el Kaiserlautern. Marta, que también comenzó en el Espanyol, es ahora una de las capitanas del Barça y pilar de la selección española.

Otro ejemplo lo conforman los Szymanowski. Alexander juega actualmente en el Recreativo de Huelva , aunque cató las mieles de la Primera en el Leganés. Marianela es uno de los fichajes estrella del Espanyol esta temporada tras pasar por Atlético, Rayo, Valencia y Betis. «La infancia con mi hermano me marcó la vida. Él empezó a jugar con cuatro años y el fútbol era mi pasión, así que recuerdo esa infancia jugando todo el rato con él en una calle de tierra que había frente a nuestra casa en Argentina. Si mi hermano no hubiera jugado al fútbol, no sé si yo hubiera sido futbolista », explica Marianela a ABC. La delantera añade: «Siempre me dice que llegué a la élite antes que él. En esos años yo jugué en Primera y él en Tercera. Obviamente, para él fue una alegría y cuando Alexander llegó a Primera sentí como si yo hubiera cumplido un sueño mío».

Tener a alguien tan cercano que comparta las mismas experiencias es muy importante en el fútbol. « Nos aconsejamos mutuamente porque cada uno tiene su visión y nos complementa. Hacemos un tándem casi perfecto. Él siempre me guió y me enseñó cómo es la mejor manera de relacionarse dentro de un vestuario y yo le enseñé a cuidarse, a que le dé importancia a su cuerpo y que valore una buena nutrición». Las claves que da Marianela para argumentar fenómenos como el suyo o el de los Mingueza, Torrejón, Wirtz, Nainggolan o Gabbiadini los podrían firmar todos ellos: «Somos muy futboleros. La familia siempre estuvo orgullosa de que nunca nos rendimos a pesar de los obstáculos que se nos fueron presentando».