La amenaza de los ultras no ha desaparecido de la Europa League

Jugados los noventa minutos y con el equipo rojiblanco en octavos de final de la competición, y aunque se debería hablar solo de fútbol, la realidad es que la presencia de algunos equipos con aficiones violentas en la siguiente ronda de la Europa League atemoriza. El Spartak de Moscú es solo un conjuto más con hinchas radicales entre sus aficionados, pero no es el único. En vista de los antecedentes y de la inacción de la UEFA ante este tipo de situaciones, existe el riesgo de que puedan volver a repetirse imágenes como las que se vieron en el País Vasco.

Tres equipos rusos siguen vivos en la Europa League: CSKA de Moscú, Lokomotiv de Moscú y Zenit de San Petesburgo . Todos ellos cuentan con grupos de ultras muy peligrosos que han protagonizado episodios violentos en el pasado. Al CSKA de Moscú, por ejemplo, la UEFA le abrió un expdiente disciplinario en septiembre de 2017 después de que sus radicales lanzaran bengalas en mitad del partido contra el Maribor. Una de ellas a punto estuvo de impactar contra el árbitro del encuentro, Deniz Aytekin . En su historial cuentan con escándalos racistas y una fuerte vinculación con el mundo neonazi.

Otro caso es el de los ultras del Zenit , fuertemente ligados al mundo de la extrema derecha. Sancionados en varias ocasiones por la UEFA por la actuación de los más radicales, el equipo de San Petesburgo es considerado uno de los equipos más racistas y xenófobos del mundo. El pasado diciembre, en la vista del conjunto a Anoeta , cinco ultras fueron detenidos por los altercados que causaron. En aquel partido, los rusos lograron introducir bengalas en el estadio pese a los exhaustivos cacheos. En otro partido de su país, los ultras invadieron el campo y agredieron a los jugadores rivales del Dinamo de Moscú.

Los ultras del Dinamo de Kiev también se caracterizan por su peligrosidad y su marcada ideología neonazi. La hinchada radical del equipo protagonizó hace tan solo un año uno de los acontecimientos más deleznables dentro de un estadio de fútbol. Los ultras mostraron pancartas y simbología ultraderechista en el partido ante el Shakhtar Donetsk, además de dedicar cánticos racistas a los rivales. Aquel día, se vistieron con túnicas blancas del Ku Klux Klan y lucieron esvásticas. La semana pasada, en su visita a Atenas, acorralaron a un grupo de aficionados rusos en la capital griega y estuvieron envueltos en varias peleas.

Los ultras del Olympique de Marsella también han sido protagonsitas en esta jornada de la Europa League. En el partido que enfrentó al equipo francés contra el Sporting de Braga , los aficionados visitantes encendieron multitud de bengalas dentro del estadio. Hace escasos meses, en su duelo liguero con el PSG, los radicales de este equipo ya dejaron su impronta en París, causando numerosos sucesos violentos en la capital.

La afición del Lazio es una de las más controvertidas de Italia. El último episodio protagonizado levantó a toda Europa en su contra. Los ultras de «las águilas» pegaron imágenes de Anna Frank con la camiseta de la Roma y frases antisemitas en el Estadio Olímpico. Unos meses antes, en la temporada anterior, habían colgado tres muñecos de un puente simbolizando a los jugadores de la Roma, su máximo rival. Además, han protagonizado numerosos enfrentamientos violentos con ultras de otros equipos.

España no se libra de los ultras. Ayer mismo, los radicales del Athletic, la facción «Herri Norte» , compartieron campo de batalla con los del Spartak de Moscú. El Frente Atlético, por su parte, tiene en su historial numerosos sucesos violentos. El último y más sonado fue el que acabó con el asesinato de Jimmy, ultra del Deportivo de La Coruña, en noviembre de 2014.