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España 1 - Grecia 1

Debut agridulce de Pedri y Bryan Gil

El extremo del Eibar y el canario se estrenan en la segunda mitad sin poder romper la muralla griega

Javier Asprón

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Ya se puede intuir cómo será el camino de España hacia el Mundial de Qatar , un trámite incómodo que puede llegar a hacerse muy pesado si el resto de partidos se dan de la misma manera que el estreno ante Grecia . Que el fútbol heleno no pasa por su mejor momento es una obviedad, y su selección es fiel reflejo de ello. Ocurre que destruir siempre es más sencillo que crear, y quien se empeña en convertirse en un dolor de muelas para los rivales tiene el manual bien aprendido. Agazapada al borde de su área hasta llegar a dar vergüenza, Grecia lo fió todo a algún improbable contragolpe que, cuando se dio, provocó el único y desgraciado error de la selección.

Luis Enrique apostó por el mismo once que goleó a Alemania el pasado noviembre, salvo por las ausencias obligadas en defensa de Sergi Roberto y Pau Torres. Marcos Llorente y Eric García fueron los sustitutos. No deja de ser un síntoma en alguien tan dado a los cambios y a los experimentos como el técnico asturiano. Con todo, no hubo ni la fluidez ni la profundidad que brotó en abundancia aquella noche histórica en La Cartuja de Sevilla. «No me gusta nada ni el resultado ni la falta de inspiración», dijo Luis Enrique. «Cuando hemos estado cerca del área de Grecia no hemos estado frescos».

El empate griego volvió a poner en evidencia que el seleccionador es osado. Su fórmula para desencallar el encuentro fue dar entrada a Pedri y Bryan Gil , dos chavales obligados en su estreno como internacionales absolutos a revolucionar un encuentro soso y aburrido, pero plagado de trampas.

Bryan acaba de hacer 20 años y Pedri aún no ha cumplido los 19, pero ambos son ya figuras en la Liga española y el seleccionador confía ciegamente en su talento. El primero se pegó a la línea de la banda izquierda para hacer lo que mejor sabe, encarar, enfrentarse a la defensa en el uno contra uno y agitar la coctelera buscando disparos cruzados y centros a Morata. Su entrada fue lo mejor de la segunda mitad, aunque no sirvió para que salieran a flote algunos de los problemas que sigue arrastrando España desde el año pasado y que ya costaron los disgustos ante Suiza o Ucrania, otros dos rivales que se rebelaron a la superioridad de España. «Estoy feliz por el debut y no tanto por el resultado. No he estado acertado en los centros. Tengo que mejorar», dijo el de Barbate.

Sin chispa

Pedri, más oscuro en su debut que su compañero, ocupó el lugar de Canales como interior, sin poder encontrar los espacios que habitualmente sí se le aparecen en el Barça. Los echó en falta. «Debutar con la absoluta es el sueño de cualquier niño. No he encontrado muchos espacios para girarme. Con Bryan sí hemos hecho más daño», reconoció.

Solo un dato positivo. Con el empate ante Grecia son ya 64 los partidos consecutivos que lleva España sin perder en una fase de clasificación para un Mundial. Para la última derrota hay que remontarse 28 años atrás, a marzo de 1993, cuando se perdió ante Dinamarca en el camino hacia el Mundial de Estados Unidos.

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