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Fútbol

La entrañable historia de Paquito, un entrenador de ocho años que triunfa en el San Serván

Un problema físico le impide jugar al fútbol, pero ha decidido reconducir su pasión como técnico y triunfa en el club extremeño

Nafti, entrenador del Mérida, junto a «Paquito», el joven preparador del San Serván MeridaAD

Jorge Abizanda

Como el de miles y miles de niños, el sueño de Francisco, al que todos conocen como «Paquito» en el pequeño municipio de Arroyo de San Serván (Badajoz), siempre ha sido ser futbolista. Desde pequeño no ha parado de correr y de dar patadas a balones, pero la enfermedad genética que sufre y que afecta al crecimiento de los huesos de su cadera llevó a los médicos a aconsejar que «colgara las botas». Después de superar tres operaciones, pronto tendrá que volver al quirófano y es mejor no correr riesgos innecesarios. Ver roto su sueño fue un duro varapalo para un niño de ocho años que pensaba en fútbol a todas horas, una tremenda desilusión que apenas le duró unos días gracias a Luismi Patiño . El entrenador del CD San Serván consiguió devolverle la sonrisa al ofrecerle un puesto en su cuerpo técnico. Desde finales de agosto es uno más en el vestuario de este club pacense que milita en la Primera extremeña, donde disfruta de su pasión. «Digamos que es nuestro becario, tiene muchas ganas de aprender y realmente lo hace fenomenal», explica el técnico a ABC. Este domingo, el Mérida , conjunto de Segunda división B, preparó una preciosa sorpresa al chaval, el miembro más joven de un cuerpo técnico en el fútbol español.

«Paquito» jugó en la escuela de iniciación del San Serván hasta que los médicos aconsejaron poner fin a su prometedora carrera. Con ocho años, ya no podía competir. Las caídas y los golpes podían agravar sus problemas en los huesos de la cadera y un deporte de contacto como el fútbol podía resultar «peligroso». Las lágrimas duraron poco porque Luismi Patiño tuvo la genial idea de abrile la puerta del vestuario del primer equipo y le ofreció ser su ayudante. «¿Por qué no vienes conmigo y aprendes a ser entrenador?, le propuse. El chico no lo dudó y sus padres también se mostraron encantados. Desde agosto colabora con nosotros y es feliz».

Patiño (derecha), técnico del conjunto pacense del San Serván

No se pierde ni una sesión de preparación ni un partid o de su equipo. Cada martes, jueves y viernes, los días de entrenamiento, es el primero en llegar a la caseta, pero también el primero en irse porque no apura hasta el final. «Hay colegio y siempre le decimos que los estudios son lo primero. Es muy responsable», alaba el entrenador del San Serván en conversación con este periódico. En los encuentros de casa, «Paquito» no falla nunca a los jugadores , a los que no para de dar ánimos y pequeños consejos en el vestuario. «Cuando jugamos fuera también nos acompaña. Le encanta viajar en el autobús del equipo».

Cuando le preguntan por su entrenador ideal, «Paquito» siempre cita a Zidane , pero su héroe ahora es Luismi Patiño . «Nos conocíamos de la escuela y teníamos una buena relación. Siempre está muy atento a mis explicaciones». Para el vestuario del San Serván, la presencia de este pequeño también ha supuesto un estímulo. «Viendo la ilusión de Paquito, todos nos hemos dado cuenta de que no existe ninguna dificultad que impida cumplir los sueños. Los jugadores le quieren mucho, transmite alegría».

Fiel seguidor del Mérida

Fiel a su tierra, «Paquito» es también un fiel aficionado del Mérida , conjunto del Grupo IV de Segunda B que mantiene desde hace años una estrecha relación con el San Serván. Nueve kilómetros separan ambas poblaciones y el conjunto emeritense, que esta temporada dirige desde el banquillo el franco-tunecino Mehdi Nafti , utiliza en ocasiones las instalaciones de su vecino.

Este domingo, la entidad que preside Daniel Martín hizo que «Paquito» se sintiera un entrenador de Primera. En un bonito gesto, el Mérida invitó al niño a su estadio y pudo presenciar sobre el césped el calentamiento junto a Nafti y el resto del cuerpo técnico. Fueron unos minutos especiales. «Quisimos darle una sorpresa y lo conseguimos», explican a ABC desde el club extremeño.

Fue un día inolvidable para «Paquito», a pesar de que presenció desde el palco la derrota del Mérida ante el Lorca (0-2). El pequeño, feliz por la experiencia, no volvió a casa de vacío porque el club emeritense también le regaló una camiseta .

«Paquito» se llevó como regalo una camiseta del Mérida

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