El Barça afirma su superioridad en Éibar con un Messi mágico

En Ipurúa nos recibieron cabreados porque el año pasado empatamos con el Dépor y casi les condenamos a Segunda. Es esa tan molesta manía de los perdedores de culpar de su impotencia a los mayores. Lenta la lluvia caía sobre la impecable moqueta verde. El Éibar empezó jugando a correr, y el Barça a dejar que el Éibar se cansara. Piqué, cada vez más hípster con su honda y equivocada barba. Imprecisión general, lento el whisky como la lluvia sentaba los principios de la tarde.

Y cuando todo parecía adormecido, compareció el talento de Messi de un latigazo para ponerle un balón sensacional a Luis Suárez, que había ganado ya la espalda de los centrales, y asistió desde el fondo del área y sobre la misma línea de gol a Munir, a quien le bastó un leve toque para adelantar a su equipo. Munir, que desde que llegaron Arda y Vidal se había quedado sin jerarquía, crece en la sombra y poco a poco va ganándose su espacio.

El Barça tocaba y tocaba y el Éibar corría y corría. Largas posesiones azulgranas, amplio desgaste de los locales. Messi alumbraba nuestro deseo de mundo mejor con ráfagas de su gracia. Este chico tiene el móvil de Dios.

Control absoluto del Barcelona , poca finura en el último pase. El Eibar no se rendía, pero no acababa de salirle nada. Munir en el 31 desperdició una deliciosa asistencia de Messi, que insistía en su festival. Escalante pudo empatar en el 32, en una demostración de que, pese a su domino, el resultado era demasiado frágil para el Barça.

Messi reparó en ello y en el 41, tras un error de Juncà, Munir le asistió para que en carrera cruzada entrara al área y chutara en diagonal para batir a Riesgo. Messi domina todo los registros del juego y sabe siempre lo que tiene que hacer. Cuándo tiene que pasar, cuándo tiene que jugársela, y aunque todo el mundo sabe o intuye lo que hará, nadie sabe cómo evitarlo.

Ese segundo whisky que llegó con el comienzo de la segunda parte era el preludio de una gran siesta cuando el partido terminara. Hay que buscar las simetrías, porque ayudan a dar sentido a la vida. Y hay que confiar en la lentitud del whisky, porque ayuda a ordenar las categorías.

Suárez intentó sin éxito marcar en jugadas de remarcable mérito; Munir daba también muestras de su talento. Messi deseaba que Suárez marcara incluso más que el uruguayo. Pero en el minuto 30, quien asumió la responsabilidad de chutar el claro penalti cometido por Ramis, fue el argentino que, y eso sí que fue una novedad, lo transformó

Pero lo de Suárez acabó llegando en el 41, en un contraataque iniciado por Bravo. Brillantes regates del delantero en el área contraria y seca y dura culminación con un disparo cruzado. Necesitaba el gol Suárez, tras tres partidos sin marcar.

La idea del fútbol de Luis Enrique es la más poderosa del mundo. Es difícil recordar algún otro equipo que supiera tan bien lo que hacía, y que administrara de un modo tan preciso sus recursos. Suárez vio la cuarta amarilla, y si ve la quinta contra el Getafe se perderá el difícil compromiso contra el Villarreal; y si la ve contra el Villarreal no podrá estar en el Camp Nou contra el Madrid. Tratándose del uruguayo, vale más tomar una decisión que improvisar.

Sin Neymar, pero con un Messi en estado de gracia . Así acude hoy el Barça a Ipurúa con el objetivo de aumentar una jornada más su histórica racha de 35 encuentros invicto. Si el argentino sigue como en las últimas jornadas, será difícil parar a los azulgranas. Desde que ha empezado el año, Messi ha marcado 20 goles que han propulsado a los de Luis Enrique. Aparte de la baja de Neymar por sanción , el técnico asturiano está pendiente de la evolución física de Ivan Rakitic , con una fuerte contusión en el pie, y de Sergio Busquets, que tiene una sobrecarga en el pubis.

Si al final se confirmarsen estas ausencias, Luis Enrique tendría que darle la vuelta a la alineación, porque ambos son titulares indiscutibles. El turco Arda Turan podría tener opciones en la medular y Sergi Roberto en la posición de mediocentro. Otra de las cuestiones por decidir es quién sustituirá en el once titular a Neymar. Todo apunta a que será Munir quien ocupara un lugar entre Luis Suárez y Leo Messi, pero también Arda puede tener su oportunidad si finalmente Rakitic está disponible.

Si el Barça no pierde, enlazaría 36 partidos como invicto e igualaría la marca en poder del Milán de Fabio Capello (1992-93). El siguiente reto serían los 38 partidos sin perder de la Real Sociedad , una serie que se produjo entre 1978-79 (6 partidos) y la siguiente (32 partidos); y el nuevo paso serían los 40 partidos de invicto del Nottingham Forest . Y un poco más allá quedan los 49 encuentros que el Arsenal de Wenger estuvo sin perder: dos en la 2002-03, 38 en la 2003-04 y 9 en la 2004-05.