Mil problemas para Italia antes de su debut contra España en la Eurocopa 2012

Lo de España parece demasiado fácil. Italia vive instalada en la agitación. Incluso en etapas de relativa calma como la que ha liderado en los dos últimos años Cesare Prandelli . Un sinfín de problemas han acabado con la paz. Para empezar, el enésimo escándalo de apuestas ilegales y amaño de partidos que llevó a la policía a la concentración y obligó a descartar de la lista definitiva a Criscito . Pero además Italia vive instalada en las dudas por las derrotas en los últimos amistosos y varias lesiones que conducen a pruebas frente a España.

Pese a todo, Prandelli permanece sereno. Explican los medios italianos que por dentro y por fuera. Optimista en sus hombres, el técnico no piensa modificar el estilo de esta Italia diferente, que ha dejado a un lado el calcio para cuidar el balón a través de Andrea Pirlo . Pero habrá cambios. Especialmente en una defensa que ha resultado demasiado frágil en los últimos tiempos. Italia podría pasar a jugar con un 3-5-2 . No habrá ensayos. El examen llegará en el debut contra España.

El último frente abierto para Prandelli se encuentra en la defensa, después de que el profesor Enrico Castellacci, médico de la «Azzurra», confirmara en rueda de prensa la lesión de Andrea Barzagli , que sufre una elongación en la pantorrilla izquierda. El defensa podría ser baja durante las tres próximas semanas, lo que complica su concurso en la fase de grupos. Prandelli estudia alternativas y, según la prensa italiana, ya habría advertido a David Astori, descartado en el penúltimo corte.

Por ahora Barzagli viajará a Polonia con el resto de sus compañeros. Allí se someterá a nuevas pruebas médicas ya que la UEFA permite realizar cambios en la lista definitiva hasta 24 horas antes del primer partido. «Haremos todo lo posible para recuperarle, vale la pena», resumió Castellacci sobre uno de los defensas que más ha brillado durante la temporada y que deja la zaga en cuarentena tras los problemas de Bonucci y Chiellini, que pese a todo llegarán a tiempo para el partido contra España.

Mario Balotelli protagonizó el gran susto de la última jornada en Coverciano al abandonar el entrenamiento antes de tiempo por unas molestias físicas. Nada importante según el médico Castellacci, que explicó que el futbolista regresaría a los entrenamientos en un par de días. Al fin, un resquicio de esperanza para Italia.

Dos años lleva Prandelli en la tarea de cambiar el estilo a Italia. La «nazionale» completó la mejor fase de clasificación de su historia tras no perder ni un partido y encajar solo dos goles. Hubo momentos, incluso, de buen fútbol.

Sin embargo, Prandelli tiene que retocar el libro. La defensa de cuatro hombres no funciona como se esperaba y estudia pasar al 3-5-2 utilizado por la Juventus de Antonio Conte durante parte de la temporada. La baja de Barzagli podría retrasar a De Rossi al centro de una zaga en la que no terminan de convencer ni Bonucci ni Maggio.

Tampoco ha sabido brillar Riccardo Montolivo en la posición de enganche que ha rescatado Prandelli, pero sigue siendo la mejor opción para el juego de toque que busca Italia.

La vieja guardia de Lippi que levantó el Mundial de Alemania es minoría en esta nueva Italia. En el amistoso contra Rusia, por ejemplo, solo participaron tres futbolistas con más de 50 partidos internacionales: Buffon, Pirlo y De Rossi.

Ocho de los 23 italianos que se ha llevado Prandelli a Ucrania y Polonia tienen menos de 20 partidos internacionales. Asoma la falta de experiencia especialmente en los momentos complicados. Italia se ha olvidado de remontar marcadores adversos , señal de identidad hace solo unos años.

Además, la selección italiana ha perdido el esquema táctico en los últimos partidos tras verse por detrás en el marcador, reflejo de la baja autoestima de un equipo necesitado de grandes triunfos.

El hasta ahora último gol de Italia lleva la firma de Giampaolo Pazzini , que ni siquiera entró en la preselección de 32 futbolistas de Prandelli. El combinado suma más de 200 goles sin encontrar puerta y refleja un evidente problema de efectividad que afecta a sus delanteros.

El incansable Di Natale es el máximo goleador de la «Azurra» con diez goles en 37 partidos. Números discretos para un jugador con olfato a nivel de club: con el Udinese Di Natale no ha bajado de las 27 dianas en las tres últimas temporadas. Pero «Toto» apunta al banquillo porque la bandera de la nueva Italia la portan Antonio Cassano y Mario Balotelli.

Ninguno es delantero centro y eso se nota en los números. Cassano ha marcado nueve goles en 29 partidos con Italia, Balotelli solo ha logrado uno en los ocho encuentros en los que ha vestido la «Azzurra». De ahí que todos los focos se centren en el futbolista del Manchester City, sin apenas experiencia en citas exigentes. Prandelli trabaja para mantenerle centrado entre los mil líos que rodean al futbolista. Entre ellos el racismo que persiguió al delantero durante la fase de clasificación y que podría repetirse durante la Eurocopa. «Si alguien me lanza un plátano iré a la cárcel, porque lo mataré» , avisó unos días atrás.

Un equipo nuevo necesita, sobre todo, tiempo. Italia no lo ha tenido. Balotelli y Cassano apenas han disfrutado minutos juntos sobre el campo y la defensa tiene evidentes problemas para compenetrarse. Las circunstancias no han ayudado demasiado. Los terremotos en Emilia Romagna obligaron a suspender el amistoso contra Luxemburgo , lo que dejó al de Rusia como único ensayo antes del debut contra España.

Pasa factura a Italia el problema del calendario agravado por el temporal de nieve que desplazó varios partidos de fecha y la muerte de Piermario Morosini . Los clubes, como en el resto de países, no han dado demasiadas facilidades para que los jugadores se concentren y el seleccionador pueda ajustar la táctica.

España, que no se ha apartado demasiado del guión desde hace ocho años, trabaja para integrar a los que llegan. Italia debe compenetrarse para actuar como equipo.

Italia hubiese llegado en relativa calma a la Eurocopa de no ser por el último episodio que ha manchado la imagen del Calcio. El escándalo de las apuestas ilegales y amaño de partidos salpicó a uno de los preseleccionados, Domenico Criscito, descartado por Prandelli después de que la policía irrumpiese a las seis de la mañana en la concentración para citar al jugador, presunto implicado en la trama.

No ayudó a sofocar el fuego Mario Monti , primer ministro del país, con la idea de suspender el fútbol italiano durante un par de años . Y la polémica ha aumentado en los últimos días alededor del capitán, Gianluigi Buffon , primero por unas polémicas declaraciones y después por unos sospechosos cheques al propietario de un estanco en Parma habilitado para las apuestas deportivas. Pese a que esa línea fue abandonada por la fiscalía, Buffon, que cargó contra los medios de comunicación en su última comparecencia , podría tener que declarar tras el torneo tras defender que los equipos acuerden sobre el campo un resultado que convenga a ambos.

Un problema tras otro para una Italia cuyas dos últimos triunfos llegaron con los fiscales a cuestas. Italia sigue siendo Italia.