El derbi de Móstar que sobrevivió a la guerra

Lo primero que hay que conocer es la idiosincrasia de un lugar como este, una ciudad de más de 100.000 habitantes que antaño fue un ejemplo de multiculturalidad, pero que terminó siendo de las más afectadas por la guerra y las tensiones de la misma. «Móstar era como una Yugoslavia en pequeña: vivía mucha gente y la convivencia era muy buena y enriquecedora. Cuando uno piensa en la guerra y en todo lo que se ha vivido da mucha pena», explica a ABC Meho Kodro , exfutbolista bosnio de la Real Sociedad y el Barça y seguidor de Velez. El «Stari Most» -Puente Viejo- es un ejemplo: fue destruido por los bombardeos croatas en 1993 y reinaugurado en 2004. Hoy forma parte del Patrimonio de la Humanidad, es un símbolo de unión y conecta las dos partes de la ciudad, separadas por el río Neretva , una frontera física e ideológica.

Así, si el oeste es para croatas y católicos , seguidores en su mayoría de Zrinjski; el este es de bosnios y musulmanes , siendo Velez el que predomina. Los grafitis así lo atestiguan. En el casco histórico abundan las pintadas de Velez, pero basta con andar un poco para ver la otra cara de la moneda. «La rivalidad está contaminada por cuestiones políticas, enfrentamientos entre comunidades, lo del estadio... Hay mucha tensión», cuenta Kodro.

Las heridas de la guerra se reflejan en el derbi entre Velez y Zrinjski. Los primeros siempre han estado ligados a la clase obrera, al comunismo y al sentimiento bosnio; mientras que los segundos han tenido más seguidores entre los nacionalistas croatas , aquellos que, pese a ser bosnios en su pasaporte, se sienten más cercanos a sus vecinos. Incluso sus escudos así lo reflejan: el de Velez es presidido por una estrella roja , ligada a ideologías izquierdistas; y el de Zrinjski lo forman los colores de Croacia y una palabra, «Hrvatski», que significa «croata». Esta división queda patente también en sus plantillas: mientras que Velez no cuenta con ningún croata entre sus filas, en Zrinjski son mayoría.

Tan distintos... y tan iguales. Los dos clubes han sido víctimas de la censura . Primero le tocó a Velez, que en los años previos a la II Guerra Mundial fue prohibido y sufrió la persecución fascista, siendo algunos de sus futbolistas purgados e internados en campos de concentración. En aquella época, en cambio, Zrinjski contaba con el beneplácito de un gobierno cercano a la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, lo que le convirtió en el equipo hegemónico de la región. Pero la situación cambió drásticamente años después con la consolidación de Yugoslavia , cuando Zrinjski fue prohibido durante varias décadas por su participación en la PRVA HNL o liga croata.

Llegó entonces el momento de Velez, un club nacido en 1922, apadrinado por el partido comunista local y que era herencia del Omladina , equipo esencialmente obrero. Su crecimiento en estos años, su época dorada, se debe al amparo del gobierno yugoslavo. «Siempre ha sido un club de pueblo muy querido toda Yugoslavia. Era muy importante por su filosofía abierta y representaba los valores del país», explica Kodro.

Sin embargo, este éxito se fue desvaneciendo. Después de dar tumbos por segunda y estar a punto de desaparecer, Velez volvió a la máxima categoría en 2019 . En ella le esperaba Zrinjski, a quien se le levantó la prohibición en 1992 con la caída de Yugoslavia. Desde entonces se ha convertido en uno de los clubes más laureados del país y por sus filas pasó, hace ahora quince años, el madridista Luka Modric, símbolo del fútbol croata.

Ha pasado un siglo desde el primer derbi de Móstar, una ciudad que vive esta rivalidad de manera muy especial. «Desde que tengo uso de razón he jugado al fútbol. En aquella época no había muchas cosas que hacer y todos los niños hacían algún deporte, pero el fútbol era el que más se jugaba. Yo amaba a Velez y pensaba que todo el mundo hablaba de ello y era lo más importante», cuenta hoy Kodro.

Para evitar episodios violentos, comunes entre ultras en este tipo de partidos, la rueda de prensa previa la dieron juntos los capitanes y entrenadores de ambos equipos. Hoy volverán a estar frente a frente en el campo: Velez buscará alejarse del descenso y Zrinjski reengancharse a la pelea por el título . Dos maneras de vivir la historia y entender Bosnia, pero siempre, como suele pasar en el fútbol, con el mismo objetivo: llevarse la victoria y los tres puntos.