Selección española
Los demonios de Luis Enrique
El asturiano, que dice estar encantado, no da con la tecla y España está llena de dudas
Luis Enrique, el sábado, en el partido de la Liga de las Naciones ante Suiza
Al tiempo que España se desesperaba por marcar un gol ante Suiza, que llegó a ultimísima hora y gracias, circulaba un mensaje demoledor por las redes en donde se comparaba la delantera de la selección del sábado ( Olmo, Oyarzabal y Ferran Torres ) con ... otros tridentes de rivales europeos. Alemania juega con Sané, Werner y Gnabry; Francia tiene a Griezmann, Giroud y Mbappé; Portugal presume con Cristiano Ronaldo, Joao Félix y Bernardo Silva ; en Inglaterra se juntan Sterling, Sancho y Kane; y Hazard, De Bruyne y Lukaku dan brillo a la alegre Bélgica. Vaya por delante que la comparación no pretende cuestionar a esos atacantes españoles, pues bien buenos que son, pero sí busca poner blanco sobre negro y evidenciar que a esta selección le faltan referencias, jugadores que marquen las diferencias y, ya de paso, algún que otro golito, pues con jugar bien no basta.
Luis Enrique , algo tendrá que los demás no saben ver, dice que le encanta su equipo, pero lo cierto es que España lleva tres partidos sin ganar y solo seis triunfos en las 13 tardes con el asturiano de técnico, normalizada la derrota sin que a nadie le sorprenda ya. «No me preocupan los resultados porque me gusta lo que veo. A mí España me divierte y creo que vamos en el buen camino», apunta el entrenador, a quien se le empieza a intuir cierta tensión con las preguntas agoreras de las ruedas de prensa.
Mañana, en La Cartuja, España tiene una cita sin red ante Alemania , imperativa la victoria para llegar a la fase final de la Liga de las Naciones después de haber ensuciado el traje en las últimas noches. Ayer, en Basilea, el equipo trabajó con sonrisas después del empatito ante Suiza, pero planean fantasmas y hay dudas, no es para menos. Y, por mucho que niegue la mayor, quien más tiene es el propio Luis Enrique , que alimenta debates aparentemente cerrados, como el de la portería, e intensifica otros, como el de la delantera y su composición. Se aferra a lo de ser un profesional, a que ve cosas que ni los medios ni la afición ve (eso es verdad), y justifica sus permanentes rotaciones ensalzando a todos los futbolistas. Cuenta con todos, juegan todos, fácil la ecuación. De todos modos, da la sensación de que España vive en una pretemporada interminable y que se experimenta demasiado, aunque al menos las listas ya no son tan sorprendentes. «No me preocupa haber ganado solo uno de los últimos cinco partidos, yo no voy a los resultados simplemente, tengo que hacer un análisis más profundo. Como profesional de esto intento fijarme en las cosas que pueden decantar la balanza a nuestro favor». Eso, análisis profundos como profesional que es, pero evidentes debates internos que le quitan el sueño.
De golpe, Unai Simón
Lo de la portería de España parece no tener fin, y este debate no se lo inventa la Prensa. Desde que se fue apagando el aura de Casillas, no ha habido estabilidad en la cueva de la selección y nadie ha hecho méritos suficientes como para ganarse el puesto. David de Gea , el heredero natural, fue siempre la apuesta de Lopetegui y también de Luis Enrique cuando llegó a Las Rozas, pero nada tienen que ver sus actuaciones en el Manchester United con las de España, una doble vida inexplicable. Kepa Arrizabalaga parecía una alternativa fiable, pero se ha diluido y ni siquiera es titular en el Chelsea, descentrado y con cantes impropios. Con Pau López fuera de circulación, ha entrado en la rueda Unai Simón y, sin que nadie contara con ello, ha sido titular en los dos últimos partidos. Luces y sombras con el portero del Athletic (alguna buena parada, arriesgado juego de pies y una salida alocada contra Suiza), cuya presencia en el duelo de mañana contra Alemania no está confirmada. La portería sigue siendo un tema sin zanjar.
Los socios de Ramos
Hay quien sostiene que a Sergio Ramos se le estaba esperando porque la crítica fue feroz con él por su trágica noche en Basilea, resumida con dos penaltis fallados y con una pérdida de posición muy llamativa en el tanto helvético. Desde luego, no fue su mejor partido, pero es incuestionable su papel en este equipo, puede que la única estrella mundial y con carisma del grupo. Hay, sin embargo, serios problemas para encontrar estabilidad en esa línea y le han ido cambiando de pareja continuamente desde que se fue Piqué. Parece que ahora es Pau Torres su acompañante, mientras que los laterales están más definidos. En plenitud, Carvajal y Navas pugnan en la derecha, mientras que Gayà se ha hecho fuerte en el izquierdo.
Lluvia de centrocampistas
Afirma Luis Enrique , sin titubeos, que España tiene el mejor centro del campo de Europa, o al menos los mejores centrocampistas, es su opinión. El combinado nacional sigue con la posesión disparada y da muchos pases, pero no basta. Busquets, baja mañana por un esguince de ligamento en la rodilla izquierda, anda lejos de sus mejores tardes y hay demasiado baile de nombres. Solo Fabián parece fijo, la mejor de las noticias de estos tiempos.
Nueve, no nueve
Y, para cerrar el círculo, la delantera, qué misterio ese. Pasan arietes por Las Rozas sin que nadie sepa quién es la referencia y ni siquiera parece claro que Luis Enrique quiera jugar con un delantero puro , pues contra Suiza formó un tridente extraño (el mencionado por Torres, Oyarzabal y Olmo) que no cuajó. Morata es un sí, pero no; Gerard Moreno tiene números más que dignos, aunque parece más un recurso; Rodrigo Moreno , sin ser un nueve puro, encanta por sus movimientos, pero marca poco; y Ansu Fati , que había tirado la puerta e ilusionaba al personal, estará de baja cuatro meses. De todos modos, el problema de la falta de gol perdura.